El presidente de M�xico ha concentrado su agenda p�blica y legislativa en tres reformas: la el�ctrica, la electoral y la referente a la Guardia Nacional. Su discurso, impulsado desde las conferencias matutinas, ha reforzado la necesidad de contar con una transformaci�n profunda del sistema pol�tico mexicano; los ajustes presupuestales y el cuestionamiento del gasto de diversos �rganos aut�nomos (como el INE), han ocupado gran parte de su atenci�n.
La discusi�n p�blica, legislativa y judicial han debatido dos de los tres temas centrales para el poder ejecutivo: la reforma el�ctrica, cuyo resultado legislativo no fue -para nada- el esperado por el mandatario, toda vez que no se alcanz� la mayor�a necesaria para reformar la constituci�n; pero cuyas sentencias, emitidas por la Suprema Corte de Justicia de la Naci�n, respecto de la constitucionalidad de las normas secundar�as parecen haber empatado el resultado, dej�ndolo en una derrota y un triunfo.
El segundo tema, referente al mando de la Guardia Nacional, tuvo lugar los primeros d�as de septiembre. En sede legislativa, el presidente, su partido y aliados, han logrado -en tiempo r�cord- que la Guardia Nacional, al menos desde el punto de vista legal, se transforme en una instituci�n con un mando militar a cargo de la Secretar�a de la Defensa Nacional.
Esta modificaci�n ser� cuestionada en sede judicial; el texto vigente de nuestra Constituci�n define a la Guardia Nacional como una instituci�n de car�cter civil y no militar. �Ser� la Suprema Corte quien, ahora en contra de los deseos del presidente, vuelva a empatar el resultado en este segundo tema? Desde el punto de vista jur�dico esto deber�a ser as�, pues no hay -al menos no l�gico- un solo argumento que permita defender la constitucionalidad de la reforma aprobada.
Sin embargo, el empate podr�a en realidad ser un triunfo… La oposici�n, sobre todo la que representa el Partido Revolucionario Institucional en la C�mara de Diputados y en su dirigencia nacional mostr� una l�nea de convergencia con el presidente: la necesidad de que la Guardia Nacional sea reforzada con un mando militar, al menos por un tiempo m�s. Esta convergencia ha desatado los desencantos entre opositores y puesto en duda su alianza electoral y legislativa �ser� este el fin de la alianza �Va por M�xico�?
El tercer tema a�n est� pendiente: la reforma electoral. Foros van y foros vienen, pero ante este momento de crisis en la oposici�n parece abrirse el camino para que la discusi�n legislativa se retome �ser� este el factor de desempate para el ejecutivo federal?
Vale la pena estar atentos de lo que se discuta; el sistema electoral requiere reformas en muchos temas: el financiamiento de los partidos pol�ticos, la comunicaci�n pol�tica y la tecnolog�a que se asocia a �sta, y la participaci�n de servidores p�blicos en actos anticipados, los m�s urgentes; la autonom�a de los �rganos electorales y la recomposici�n de �stos en nuestro sistema federal, el m�s delicado; el voto electr�nico, el m�s novedoso. Pero como ya se ha dicho, �el diablo est� en los detalles� y en los puntos finos que puedan aprobarse.
M�s all� de los saldos del presidente, o de la oposici�n, deber�amos lograr que el marcador se coloque en beneficio de M�xico. Se trata de temas centrales en nuestra vida: seguridad, que conforma la primera -y tal vez la m�s importante- necesidad de la vida en comunidad y democracia, destino y aspiraci�n de una sociedad que quiere construirse cotidianamente sobre la base de la pluralidad de sus ideas y con la posibilidad real de alcanzar sus metas.
Por: Fernando Roberto Z��iga Tapia
Twitter: @ZuFerTapia
Agradezco la colaboraci�n de:
Dalia Morquecho (@DaliaMMT)