La reforma energ�tica contiene temas de una alta complejidad t�cnica (volvi�ndola inentendible para la mayor parte de la poblaci�n) y una gran cantidad de ruido pol�tico (se politiza desde posiciones ideol�gicas) que no permiten entender la seriedad de sus consecuencias para la vida cotidiana. Por ello, vale la pena reflexionar sus posibles implicaciones.��
La propuesta del presidente sugiere reformar tres art�culos constitucionales (25, 27 y 28) cuyas implicaciones son: 1) eliminar la regulaci�n independiente y bajo criterios t�cnicos en el sector, regresando a un modelo donde las decisiones se tomen desde la Secretar�a de Energ�a, bajo criterios -primordialmente- pol�ticos;�
2) crear una alteraci�n en el mercado que permita -de forma ficticia- fortalecer a la Comisi�n Federal de Electricidad (CFE), por mandato de la norma CFE se volver�a el agente econ�mico m�s importante (aunque esto no corresponda con la realidad); 3) retroceder en materia ambiental, al crear un r�gimen jur�dico que deje de incentivar la generaci�n de electricidad por fuentes renovables, y 4) regresar al Estado el control del Litio y otros minerales. De aprobarse la reforma en los t�rminos que propone el presidente (cuesti�n que se ve muy complicada), las implicaciones para la vida cotidiana de nuestro pa�s no ser�n menores.��
Primero, al eliminar la regulaci�n t�cnica e independiente en el sector energ�tico se retoma un modelo que privilegia la toma de decisiones con razones pol�ticas�
�en especial del poder ejecutivo- por sobre las razones t�cnicas necesarias en un sector tan especializado. Este modelo, ya usado en el pasado, demostr� incentivar esquemas de corrupci�n, opacidad y falta de decisiones oportunas para mantener al sector a la vanguardia �Ser� diferente esta vez?��
Segundo, alterar el mercado -con la intensi�n de fortalecer a CFE-, incentiva un esquema que -al menos en el pasado- propici� falta de inversi�n en tecnolog�a e infraestructura, la presencia de escasez de electricidad en perjuicio de la ciudadan�a y de las empresas (chicas, medianas y grandes), y el pago de altos costos por la generaci�n de la electricidad (que fue subsidiado con dinero p�blico para no afectar a los consumidores finales). En su momento, se pens� como soluci�n a estos problemas el esquema de competencia (que en otros sectores ha demostrado que incentiva la inversi�n y propicia la baja en el precio final)�
�C�mo lograr�amos la soluci�n deseada con un esquema que ha probado originar el problema que busca corregirse?��
Tercero, la reforma desincentiva la generaci�n de electricidad por fuentes renovables; con ello, se pone en riesgo el cumplimiento de compromisos adquiridos por el Estado mexicano en materia ambiental y se disminuye la posibilidad de contar con un futuro sustentable en nuestro pa�s; el cual, por cierto, ya ha sido deteriorado lo suficiente en el pasado y en muchos otros sectores.��
Gobierno y oposici�n son irresponsables en esta discusi�n, ambos politizan un tema sin siquiera tratar de explicarlo e impiden a las y los ciudadanos conocer el alcance de lo que est� en juego. �Ser� que la ciudadan�a pida respuestas con impacto cotidiano? �No ser� hora de que la reforma energ�tica garantice un futuro y asegure un presente con mejores condiciones y costos de electricidad e hidrocarburos para las y los mexicanos? �La misma soluci�n implementada en el pasado har� a este gobierno diferente?�
�Fernando Roberto Z��iga Tapia�
Twitter: @ZuFerTapia�
Creo que como bien lo comentas Fer el tema se ha pol�tizado cuando en verdad se necesita que lo que se lleva a cabo sea con un verdadero estudio de fondo y forma para ver que es lo que realmente le conviene al pa�s y la l�nea que deba seguir la reforma, dejar de lado los colores y tomar descripciones con base en estudios no en caprichos por que al final a los que menos en teor�a nos interesa al final del camino seremos quienes disfrutemos los beneficios o paguemos las consecuencias