El robo de las tapas de alcantarillas no solo representa pérdidas millonarias para los gobiernos, -en comparación con las ganancias que obtienen los sustractores- también es un riesgo para vehículos, motociclistas, ciclistas y peatones, de ahí que en el Estado de México por primera vez se presentó una iniciativa para tipificar como delito el robo de mobiliario urbano y penalizar con prisión a quien sustraiga y comercialice mobiliario urbano, principalmente las tapas de registro de la red de drenaje.
Es así que de aprobarse, se impondría una pena de dos a cuatro años de prisión y hasta mil veces la Unidad de Medida y Actualización para las personas que realicen la ilegítima sustracción, apoderamiento, comercialización o posesión de mobiliario urbano.
Los empresarios del Parque Industrial Toluca 2000 han logrado contener el robo de tapas de coladeras en las inmediaciones del parque, gracias a la infraestructura de seguridad dentro de la zona industrial, aunque las afectaciones en la zona aledaña al bulevar Aeropuerto, han denunciado que es frecuente encontrar los agujeros, debido al robo del mobiliario, dijo el administrador general de la Asociación de Industriales Rogelio Argüelles.
A decir de la diputada mexiquense morenista Alicia Mercado, es necesario que la legislación mexiquense castigue a quien robe y compre mobiliario urbano pensando en que acabando con los lugares donde se comercialicen las tapas de coladeras robadas, aunque sea de manera paulatina, se podra acabar con este problema que representa un número significativo de personas que caen en las coladeras destapadas y pierden la vida.
Consideró que tanto el Estado como los 125 municipios deben prestar atención a la prevención del robo y a la creación de campañas para el cuidado del mobiliario urbano, aunque la disminución de los riesgos generados no puede reducirse a campañas de prevención sino que además se debe de sancionar a quien robe y a quién compre mobiliario urbano.
En municipios como Metepec, han optado por la colocación de tapas plásticas, que no pueden venderse con los chatarreros.
Ganancias y afectaciones
Una tapa de alcantarilla pesa al menos 50 kilos o más y es pagada en cerca de 5 pesos por kilo, aunque el monto varía. Es así que las ganancias son de al menos 250 pesos, aunque el daño económico en los municipios es mayor, lo que se suma el riesgo que representa una alcantarilla sin tapa para vehículos, motociclistas, ciclistas y peatones que han caído en estos huecos generando muertes, lesiones y daños materiales.
Estos accidentes pueden llegar a ser mortales para cualquier persona, no sólo para los conductores de vehículos, sino también para motos, bicicletas y peatones, además de ser un peligro latente para las personas con discapacidad visual y usuarias de sillas de ruedas.
Conforme a la iniciativa presentada hace unos días en la entidad, si bien ya es un riesgo que las coladeras estén expuestas, el peligro se incrementa exponencialmente cuando las condiciones climáticas no permiten una adecuada visibilidad, aún más cuando el hueco se encuentra en los puentes vehiculares o en cualquier vía rápida, dónde se vuelve complicado bajar la velocidad de último momento o invadir el carril contiguo ocasionando graves accidentes.
Asimismo, según datos de la iniciativa presentada en la Legislatura mexiquense, en la Ciudad de México, se cuenta con un registro de sustracción de mobiliario urbano, en específico tapas de alcantarilla, que asciende a 2 mil 920 al año, considerando que se reponen diariamente ocho.
De enero a noviembre de este 2022, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) sustituyó mil 664 accesorios de coladeras, de los cuales 66.6% fueron tapas rejillas; 90% de los casos se trató de robo para su uso de venta en expedición de reciclaje.
En tanto que la inversión para sustituir coladeras, rejillas y pozos de visita aumentó de 2019 a 2022, tiempo en el cual se gastó un total de 47 millones 518 mil 841 pesos.
La adquisición de cada tapa para la Secretaría de Obras y Servicios se registra entre los 17 y 20 mil pesos, cantidad que en nada con los 250 pesos que aproximadamente se pagan en la clandestinidad al comprarlas como fierro viejo o por brocal.
En la Ciudad de México, de acuerdo a información oficial el robo de coladeras representa una pérdida de al menos 47 millones de pesos.
En tanto que datos de la Canacero, en el país se generan 672 mil empleos directos e indirectos en la industria del acero y de 2011 a 2020 acumula una inversión de 14 mil 809 millones de dólares.
Aunque la mayor cantidad de los empleos y generación de dinero se da en la informalidad, donde se dedican a la compra de chatarra.
Casos y venta
Las personas que sustraen las tapas de coladeras, o rejillas de piso venden el material en establecimientos dedicados a la compra de chatarra.
Los recicladores acumulan grandes cantidades de fierro, para después venderlo a empresas fundidoras.
Sobre los casos destaca uno en Ciudad Juárez, en agosto del año pasado. Carmen, una estudiante de la Secundaria Técnica 47, decidió recorrer las 5 cuadras que la separaban de su casa, cuando al cruzar un camellón, no supo el momento exacto en el que uno de sus pasos encontró el vacío, cuando más de la mitad de su cuerpo se hundió en el agua.
También -el año pasado- las hermanas Sofía y Esmeralda Sánchez, perdieron la vida en las inmediaciones de Viaducto Río de la Piedad, cuando iban de paso a un concierto en el Palacio de los Deportes, tras recorrer un puente peatonal atiborrado avanzaron por un pasillo oscuro y no lograron reaccionar ante la coladera sin tapa.
Hace un par de meses, policías de Ecatepec detuvieron a tres sujetos que fueron denunciados porque presuntamente robaban las tapas de metal de la red hidráulica municipal y drenaje de la avenida Central.
El año pasado, un servidor público del Organismo Público Descentralizado Municipal del Agua (OPDM), adscrito al departamento de Conservación y Mantenimiento de Tlalnepantla, Estado de México, fue dado de baja tras descubrirse que presuntamente robaba las coladeras del municipio.
El administrador general de la Asociación de Industriales, dijo que en el caso del parque, han puesto a disposición de las autoridades al menos a 15 personas en un promedio de cinco años dedicadas al robo de tapas de coladeras y de cable de cobre, denuncias que prosperaron pues fueron ratificadas por los proveedores de servicio dueños del mobiliario, como son CFE, Telmex, empresas de televisión e internet.
Sin embargo, explicó que si bien han logrado controlar el robo de coladeras al interior o en las inmediaciones del Parque Toluca 2000 donde hay 130 industrias o empresas, en la zona habitacional aledaña, el robo de tapas de alcantarillas es constante, aunado a los daños provocados por el colapso del drenaje que no soporta la cantidad de agua de lluvia, dejando expuestos en varios kilómetros a los trabajadores, porque en su mayoría provienen de esa zona habitacional.
Datos
El diputado local de Morena Alberto Martínez Urincho presentó en la CDMX una iniciativa para aumentar las penas contra el robo de mobiliario urbano y su comercialización, en especial las coladeras.
Esta propuesta se sumó a otras cuatro que se presentaron para inhibir este tipo de robos.
Busca modificar el Artículo 224 Código Penal local para que, además de las penas por robo que pueden ser de hasta 10 años de cárcel, se impongan hasta otros seis años de prisión a quien hurte o comercialice de manera ilícita equipamiento o mobiliario urbano.
La primera fue presentada hace más de un año por Morena, mientras que la segunda por el PRI y PRD, respectivamente.
De acuerdo con Ismael Torres, un chatarrero de la Teresona en Toluca, el kilo puede pagarse entre cuatro y hasta siete pesos.
Adriana Carbajal