Para bien o para mal, todav�a no se sabe qu� suceder�, el Estado de M�xico se convirti� en la primera entidad en reglamentar las coaliciones electorales m�s all� del voto ciudadano. De facto se presenta como un laboratorio pol�tico que permita observar el funcionamiento de esta figura legal para su posible aprobaci�n para las elecciones de 2024.
Legisladores del PRI, PAN, PRD, PT y PVEM aprobaron, por mayor�a de votos, reformas al C�digo Electoral de la entidad para expedir la Ley de Gobiernos de Coalici�n, reglamentaria de la fracci�n 51 del art�culo 61 y de la fracci�n 48 del art�culo 77 de la Constituci�n particular del Estado Soberano de M�xico.
Dicho de otra manera, lo que aprobaron los diputados fue la cohabitaci�n en el gobierno estatal de m�s de un partido pol�tico; es decir, si una coalici�n formada por dos o m�s partidos gana las elecciones, sus dirigentes deben firmar un convenio o carta compromiso para repartir las posiciones al interior del gabinete, de conformidad con el n�mero de votos que cada organizaci�n haya aportado.
Estas modificaciones fueron empujadas inicialmente por el PRD, el PT y el Partido Verde, pero luego se sumaron los dirigentes de Acci�n Nacional y termin� por convertirse en una camisa de fuerza para reanudar el di�logo entre PAN, PRI y PRD con miras al establecimiento de una coalici�n que busque ganar las elecciones del pr�ximo a�o.
Los diputados de la fracci�n de Morena en la LXI Legislatura no avalaron esta modificaci�n y se sumaron los diputados sin partido. En su justificaci�n a esta oposici�n, el presidente de la Junta de Coordinaci�n Pol�tica (Jucopo), Maurilio Hern�ndez Gonz�lez, consider� que estas reformas son anticonstitucionales e invaden en exceso las atribuciones del Poder Ejecutivo, otorgando facultades supraconstitucionales a la Legislatura.
Expuso que Morena no puede violentar el r�gimen republicano, si antes no hay una reforma constitucional a fondo y anticip� que este tema tiene una gran vulnerabilidad y podr�a ser motivo de una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Naci�n.
Los diputados morenistas Carmen de la Rosa, Isaac Montoya, Faustino de la Cruz y Daniel Sibaja, puntualizaron que con la aprobaci�n de este dictamen se anteponen los intereses de los partidos pol�ticos al pactar espacios en la administraci�n p�blica.
En el fondo del asunto, se encuentra la negativa de los partidos llamados peque�os a seguir siendo comparsas de los partidos grandes, a quienes ayudan a ganar las elecciones y luego son olvidados. Quieren estar representados en el poder no s�lo de manera figurativa, sino de pleno derecho. Quieren ser part�cipes del gobierno y est�n convencidos de que esta es la �nica forma de obligar a los partidos grandes a que compartan ese poder que tanto ans�an.
Y si bien esta reforma puede representar un gran avance en la vida democr�tica del Estado de M�xico, de acuerdo con especialistas consultados, se rompe el principio de libre remoci�n y nombramiento que tiene el gobernador, porque, hay que decirlo, vivimos en un r�gimen presidencialista donde el Jefe del Ejecutivo tiene la libertad de nombrar y remover a sus colaboradores y eso se reproduce en los �mbitos estatal y municipal, por eso consideran que se estar�a violando la Constituci�n con esta nueva ley.
La fracci�n 51 del art�culo 61 de la Constituci�n local faculta a la Legislatura para �ratificar los nombramientos que el gobernador haga de los servidores p�blicos que integran su gabinete, cuando opte por un gobierno de coalici�n, con excepci�n del titular en el ramo de la seguridad p�blica�.
La fracci�n 48 del art�culo 77 establece que el gobernador tiene la posibilidad de optar en cualquier momento por un gobierno de coalici�n, con uno o varios de los partidos pol�ticos representados en la Legislatura local.
El dictamen que reforma el C�digo Electoral establece que en caso de coalici�n o de candidatura com�n para postular candidatos o candidatas a gobernador o gobernadora, los partidos que la integran podr�n suscribir un acuerdo espec�fico donde establecer�n la forma en que participar�n en la integraci�n de las dependencias del Ejecutivo y sus organismos auxiliares, as� como la definici�n de la agenda legislativa.
Se aclara que el gobierno de coalici�n es un instrumento de gobernabilidad democr�tica y constituye un r�gimen plural de corresponsabilidad en el �mbito legislativo y el ejecutivo, conformado por el partido que postul� al gobernador y uno o varios partidos pol�ticos cuya suma alcance una representaci�n parlamentaria mayoritaria en la Legislatura del Estado de M�xico.
El gobernador o gobernadora deber� enviar a la Legislatura el proyecto de programa y el convenio de coalici�n para su aprobaci�n, as� como el nombramiento de las y los servidores p�blicos que integrar�n el gobierno.
Hay que aclarar que la idea no es nueva, pero s� la forma. La raz�n del gobierno de coalici�n est� cimentada en la necesidad de construir mayor�as para alcanzar una gobernabilidad democr�tica, lo que adem�s de ampliar m�rgenes de consenso otorga elementos para mantener un equilibrio entre el ejercicio del Poder Ejecutivo y el Legislativo.
Esta modalidad fue aprobada dentro del conjunto de reformas pol�tico-electorales que se llevaron a cabo en 2014. Se trata de un nuevo instrumento que tienen los presidentes mexicanos a partir de 2018, para enfrentar los dilemas del gobierno sin mayor�a y as� poder construir una gobernabilidad democr�tica. Si bien la medida es opcional, su conformaci�n debe apegarse a una serie de modalidades jur�dicas, establecidas en el art�culo 89 constitucional.
Esta situaci�n no se ha generado en el pa�s, por lo tanto no ha sido necesario usarla.
En el Estado de M�xico, con estas modificaciones constitucionales, da la impresi�n simple de que los partidos peque�os quieren formar parte de las decisiones de gobierno, pero de manera directa.
Diana Mancilla �lvarez