Estamos escasamente a una semana de que los mexicanos que as� lo deseen acudan a las urnas para decir con su voto si el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador contin�a al frente del Poder Ejecutivo federal o si se va a su casa.��
Una propuesta interesante que, sin embargo, no ha permeado entre los ciudadanos, pues no se advierte mayor inter�s por participar, pese al bombardeo de propaganda por parte del gobierno y de sus escuderos y aliados.�
Es la primera vez en M�xico que sucede un caso similar, es decir, estamos ante un hecho in�dito que nos lleva a pensar en cu�les son las motivaciones de L�pez Obrador para impulsar esta consulta nacional.�
Porque, por m�s dem�crata que sea un l�der, ninguno impulsar�a una elecci�n de esta naturaleza a menos que estuviera cansado o rebasado o que tuviera la absoluta seguridad de que su trabajo ha sido tan eficiente que el pueblo se lo premiar� masivamente en las urnas.�
Es evidente que AMLO no est� cansado de manejar y detentar el poder, aunque lo haya dicho a inicios de a�o, y es claro que internamente alberga la seguridad de que el �pueblo sabio� le devolver� con creces en las urnas todo lo que �l ha hecho en su favor en los primeros tres a�os de su mandato.�
El tabasque�o quiere cerrarle la boca a sus detractores con una demostraci�n apabullante de popularidad que no pueda ser rebatida por nadie, menos por sus cr�ticos.�
Hay un dato interesante: pese a que ser� la primera ocasi�n que funcione esta consulta, no se trata de una idea novedosa, pues la constituci�n de nueve entidades federativas la contempla: Ciudad de M�xico, Colima. Chihuahua, Oaxaca, Yucat�n, Nuevo Le�n, Baja California, Aguascalientes y Jalisco, solo en los dos primeros casos fueron impulsados por Morena.�
A pesar de que en alg�n momento hubo crisis en los gobiernos de Claudia Sheinbaum, Jaime Bonilla, Ignacio Peralta y Mart�n Orozco, mandatarios en CDMX, Nuevo Le�n, Baja California, Colima y Aguascalientes, en ning�n caso se us� esta figura para deshacerse de los gobernadores.�
En el caso de L�pez Obrador, desde que andaba en campa�a prometi� la realizaci�n de esta consulta para que el pueblo decida si sigue en el poder o se va a su casa.�
El Presidente impulsa la ratificaci�n de mandato, que no la revocaci�n, para corroborar que cuenta con la confianza de la poblaci�n hacia su desempe�o, reforzar el apoyo en sus programas sociales y convalidar el respaldo ciudadano a sus decisiones en contra de la corrupci�n y la pobreza, sobre todo.�
Oculto tras este ejercicio se encuentra la medici�n de la popularidad de AMLO ante las elecciones de 2024, donde podr�a impulsar una ampliaci�n de mandato, en caso de que la consulta del 10 de abril sea vinculante, para lo que se necesita algo as� como el voto de 34 millones de personas.�
Pero en uno de tantos contrasentidos de su gobierno, donde ha utilizado la defensa de la austeridad republicana en las funciones y actividades de las dependencias, organismos e instituciones, esta consulta tendr� un costo de al menos tres mil 830 millones de pesos, lo que contradice esa austeridad.�
Y de manera inevitable, la revocaci�n mexicana nos lleva a recordar que otros dos pa�ses latinoamericanos la han usado: Bolivia y Venezuela, pa�s, este �ltimo, en donde fue impulsada por el dictador Hugo Ch�vez y en Bolivia por Evo Morales. Ambos se sometieron a la decisi�n popular y ganaron, por la sencilla raz�n de que ten�an en las manos a los �rganos electorales y continuaron siendo presidentes.�
El pr�ximo 10 de abril se podr� elegir entre que AMLO se vaya o que termine su gesti�n y aunque todo pinta a que la consulta ser� un desastre, con mucha anticipaci�n el tabasque�o se cur� en salud, primero, quit�ndole recursos al INE, luego descalificando todos los d�as al �rbitro electoral y despu�s ech�ndole la culpa a sus enemigos reales e imaginarios del fracaso de la consulta.�
Usted, �acudir� a votar?�
Diana Mancilla �lvarez�