El pasado viernes 24 de junio, la Corte Suprema de los Estados Unidos tom� una penosa y lamentable decisi�n. M�s all� de su pol�mica, la sentencia que anula el derecho al aborto a nivel federal es un error tr�gico y es resultado de una ideolog�a extremista. Otra vez corre peligro la integridad, la salud, pero, sobre todo, el espacio de libertades personales para las mujeres, pues a pocas horas de conocerse el fallo, varios estados de la Uni�n Americana anunciaron medidas para prohibir la interrupci�n voluntaria del embarazo.�
�En pocas palabras, la Corte estadounidense quit� un derecho constitucional. Nancy Pelosi es bastante clara y directa: el veredicto es escandaloso y desgarrador, porque cumple el oscuro y sombr�o objetivo de arrebatarle a las mujeres el derecho a sus propias iniciativas de salud reproductiva. De nueva cuenta, la sociedad estadounidense deber� prepararse para un futuro sin �Roe vs Wade�.�
�Vale la pena explicar el antecedente. El 22 de enero de 1973, la Corte reconoci�, por primera vez, que el derecho constitucional a la privacidad, es lo suficientemente amplio como para incluir la decisi�n de una mujer de interrumpir o no su embarazo. �Jane Roe�, soltera, quiso suspender su embarazo de manera segura y legal, y plante� entonces el cuestionamiento a una ley de Texas que determinaba el aborto como un delito. Despu�s de revisar decenas de precedentes, la Corte Suprema declar� inconstitucional la ley, argumentando que el gobierno no puede interferir en ciertas decisiones personales con respecto a la procreaci�n, el matrimonio y otros aspectos de la vida familiar.�
�El caso �Roe� fue una muestra de que los tiempos cambian, pero la decisi�n del pasado viernes tambi�n. Y es que la sentencia no fue una sorpresa, ya desde el mes de mayo se hab�a filtrado su borrador. En un gesto in�dito, contrario al recato y prudencia usual de la Corte, se dio a conocer el parecer de la mayor�a conservadora, en el sentido de que la Constituci�n no confiere el derecho al aborto, y la facultad de regularlo ser� devuelta al pueblo y a sus representantes electos, seg�n el texto redactado por el juez federal Samuel Alito.�
�A pesar de la violaci�n a la pr�ctica decorosa del Tribunal Supremo, su presidente confirm� la autenticidad del proyecto y la investigaci�n sobre la indiscreci�n pas� a segundo t�rmino. Por una mayor�a de 6 a 3, entre ellos los tres jueces designados por el expresidente Donald Trump, la Corte confirm� la validez de la ley Misisipi, respaldada por los republicanos, que proh�be la interrupci�n del embarazo despu�s de las quince semanas. Dicha ley hab�a sido bloqueada en tribunales inferiores por considerar que transgred�a los precedentes sobre el derecho al aborto.�
�Todos sabemos que la sentencia significa una victoria para los intereses republicanos y religiosos de los estados, en donde ya se anticipa la pretensi�n de limitar o prohibir la interrupci�n voluntaria del embarazo. Quienes votaron por suprimir la consideraci�n del aborto como un derecho, afirman que ello no corresponde con la historia o la tradici�n estadounidense. Sostienen que la resoluci�n del emblem�tico caso �Roe vs Wade� estuvo incorrectamente ejecutado, porque la Constituci�n no menciona de manera espec�fica el derecho a abortar.�
�En coyunturas como �sta, se extra�a la presencia de los jueces defensores del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. Como se sabe, la Corte sufri� en 2018 la salida del juez Anthony Kennedy quien, a pesar de ser conservador, entend�a la importancia de las libertades personales, y por supuesto, la partida de la jueza liberal Ruth Bader Ginsburg, quien le ofreci� al Tribunal Supremo un nuevo rostro.�
��Sin medias tintas, la sentencia de la Corte estadounidense es una amenaza para los derechos de las mujeres. Tomar la decisi�n de discontinuar la gestaci�n, es una atribuci�n exclusiva de nosotras.�
Consejera Electoral, Patricia Lozano�
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