Las elecciones en nuestra Suprema Corte
Últimamente nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación ha acaparado la atención mediática sobre todo, por la propuesta de que sus integrantes, es decir los 11 ministros que la componen sean electos por votación popular.
Además de la reciente renuncia de Arturo Zaldívar que el que fuera presidente de nuestro máximo tribunal e integrante de la Primera Sala.
Ahora, la elección de la Ministra -tomando en cuenta que en la terna solo hubo mujeres- por parte del Senado de la República.
Y claro, el debate sobre la extinción de fideicomisos del Poder Judicial de la Federación que en fechas recientes se aprobó y publicó el decreto respectivo.
Tienen en la mira de la opinión publica al tribunal más importante de nuestro país.
¿Qué tan bueno es esto?
La realidad es que en la historia reciente de la Corte, hacía mucho, al menos después de la reforma de 1994, que impulsó el ex Presidente de la República Ernesto Zedillo.
Así que hoy, si resulta notable que se hable públicamente de la Corte y sus entrañas.
La realidad me parece que alcanzó a la Suprema Corte y sus ministros.
Una realidad politizada, donde justo, el actuar de todo ente publico es objeto de referencia, critica o beneplácito, el tribunal supremo de la nación, hoy pasa por esta radiográfica publica.
Nos puede gustar o no que se increpe la actuación de un ministro, magistrado juez de distrito, lo que resulta necesario apuntar es que en una democracia todos los servidores públicos tienen y deben ser objeto de escrutinio.
Si, no es lo mismo analizar el actuar de un senador o diputado que el de un juez, sus parámetros de actuación e independencia son distintos.
Pero al final, la tendencia a pasar por el baremo popular es más fuerte, muchos dicen que innecesaria, yo opino lo contrario.
Al final la justicia, así como el servicio de agua potable son indispensables para la vida.
Dr. Octavio Martínez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.