Al interior del partido en el poder, los movimientos de la sucesi�n presidencial se han comenzado a definir y la pugna se inici� con el proceso de elecci�n de la nueva dirigencia que no tiene para cu�ndo resolverse, pues no se han logrado poner de acuerdo para dar los pasos que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federaci�n les impuso.
Luego de la autoridad electoral ech� abajo las asambleas de delegados para el Congreso Nacional, y la reposici�n de todo el proceso, iniciando por la definici�n de un padr�n de militantes confiable, la bronca entre la presidenta del CEN en funciones, Yeidckol Polevnsky y la presidenta del Consejo Nacional, Bertha Luj�n no tiene para cu�ndo resolverse.
Mientras ellas no resuelvan sus diferencias y avancen juntas en la realizaci�n de cada uno de los pasos ordenados por el TRIFE, las cosas no podr�n definirse, ya que existen vacantes en el Comit� Ejecutivo Nacional, adem�s de que no se ha realizado la sesi�n del Consejo Nacional que lleve a la organizaci�n de la elecci�n interna y del Congreso Nacional.
Y es que su principal pendiente es una reforma estatutaria que incorpore a la realizaci�n de encuestas para la elecci�n de dirigentes del partido, como lo ha sugerido el presidente de M�xico y fundador de Morena, Andr�s L�pez Obrador.
Hasta ahora existen cuatro aspirantes a la dirigencia nacional que son las dos presidentas del CEN y del Consejo, Polevnsky y Luj�n, respectivamente, as� como el presidente de la Junta de Coordinaci�n Pol�tica de la C�mara de Diputados Mario Delgado; as� como el senador suplente de Ricardo Monreal, Alejandro Rojas D�az Dur�n.
De acuerdo con las filias y preferencias, de llegar a la dirigencia del partido, cualquiera de ellos podr�a favorecer a diferentes aspirantes de los que se observan, desde ahora como aspirantes presidenciales con posibilidades.
Si fuera ungida Bertha Luj�n, es muy probable que ella trabajar�a en favor de la candidatura de la jefa de gobierno de la Ciudad de M�xico, Claudia Sheinbaum, quien adem�s cuenta con la bendici�n presidencial, aunque no ha demostrado sus capacidades pol�ticas en su actual puesto al frente de la Ciudad de M�xico.
De ser Yeydckol Polevnsky, ella podr�a favorecer tambi�n, en parte a la misma jefa de gobierno, debido a que la presidencia en funciones ha sido leal y fiel a los mandatos del presidente L�pez Obrador, pero si �l cambiara de opini�n, de igual forma se alinear�a a las �rdenes presidenciales.
Por lo que hace a Mario Delgado, ser�a considerado como la avanzada m�s clara que pudiera favorecer al actual canciller, Marcelo Ebrard, con quien ha trabajado en puestos de la mayor confianza del encargado de la pol�tica exterior, al ubicarse como secretario de finanzas de la CDMX, cuando fue jefe de gobierno.
La otra opci�n es que llegue a la dirigencia nacional del partido Alejandro Rojas D�az Dur�n, quien, sin duda apoyar�a la candidatura del Coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, con quien el presidente L�pez Obrador tiene la deuda de no haberlo nombrado candidato al gobierno de la Ciudad de M�xico.
Todos tienen posibilidades reales de asumir la dirigencia nacional de Morena, excepto Mario Delgado, quien ha entrado en conflicto con los senadores y con su propio grupo parlamentario, a quien, en algunos momentos su reba�o de diputados, que por ciento es mayor�a, se le ha dividido, en temas importantes como la Revocaci�n de Mandato y m�s recientemente, en la aprobaci�n de las reformas a la Ley de Instituciones de Cr�dito, que por cierto, no se ha podido resolver.
El periodo ordinario de sesiones concluye la pr�xima semana, con claroscuros importantes, las bancadas de morenistas en San L�zaro y en el Senado de la Rep�blica no han logrado acuerdos tampoco, unos a otros se echan abajo los trabajos legislativos, en temas como fue el de los autos chocolates, o la reducci�n de las dietas de senadores de 105 mil a 74 mil 500 pesos, temas que han puesto a los coordinadores en esquinas opuestas del ring de la pol�tica nacional.
Concluido el periodo ordinario de sesiones, las cuentas en el marcador quedar�n claras y al interior de Morena, las cosas no podr�n avanzar, aunque tiene solamente hasta el 30 de enero para la recomposici�n de su padr�n de militantes.
La moneda est� en el aire y seguramente el pr�ximo a�o, antes del mes de septiembre, cuando inicie el a�o electoral para los comicios intermedios los caminos estar�n definidos, pero antes, las cosas seguir�n confrontadas.
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