En el Estado de M�xico, muchas ni�as viven su primera menstruaci�n en el transcurso de su educaci�n primaria o secundaria y en muchas ocasiones, carecen de acceso a productos de protecci�n femenina e informaci�n sobre la pubertad, estos dos elementos, m�s la falta de espacios seguros e �ntimos para cambiarse y asearse, se ha denominado como �la pobreza de la menstruaci�n� de acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. Tan solo el documento: �Retos e impactos del manejo de higiene menstrual para las ni�as y adolescentes en el contexto escolar� de UNICEF, identific� que el 37% de las adolescentes han faltado a la escuela al menos una vez por estar menstruando.
Seg�n datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares de INEGI, un hogar del decil uno, tiene ingresos aproximados de 3,600 pesos al mes. Si suponemos que tienen dos personas menstruantes en la familia, gastar�n aproximadamente entre 250 y 300 pesos en toallas femeninas cada mes. Es decir,�el gasto en productos de higiene menstrual representar� cerca de 6% u 8% del total de los ingresos del hogar.
Por lo anterior, he propuesto reformas a la Ley de Derechos de Ni�as, Ni�os y Adolescentes, as� como a la Ley de Educaci�n, ambas del Estado de M�xico, bajo tres objetivos claves:
1. Que desde las instituciones educativas del Estado, se facilite de forma gradual y progresiva el acceso gratuito a los productos de gesti�n menstrual para ni�as y adolescentes pertenecientes a las escuelas p�blicas, considerando la suficiencia presupuestal.
2. Se promueva la educaci�n menstrual en la educaci�n sexual, para que desde la educaci�n b�sica, se pueda� prevenir enfermedades y terminar con los tab�es que giran alrededor de algo tan natural como es el ciclo menstrual de las mujeres; y por �ltimo,
3. Que los gobiernos municipales puedan coadyuvar esfuerzos con la autoridad educativa estatal, en otorgar productos adecuados para la gesti�n menstrual, tales como, toallas sanitarias, tampones, copas menstruales o cualquier otro bien destinado a la gesti�n menstrual, priorizando a las ni�as y j�venes educandas que lo requieran por su situaci�n socioecon�mica. �
Por Ingrid Krasopani Schemelensky Castro, Vicecoordinadora del �GPPAN en el Estado de M�xico.