En el sur mexiquense la situación para los productores del campo se ha tornado complicada, pues tras más de dos años de la pandemia de COVID-19, y el aumento de precios por la inflación, se suma la extorsión por parte de grupos delincuenciales, señaló Eduardo Reyes Escamilla, consejero del sector agropecuario del Consejo Coordinador Empresarial del Estado de México (CCEM).
En entrevista dijo que la inflación histórica de 8.7 por ciento ha generado un incremento en todos los productos, ejemplo de ello el aumento en el precio de los combustibles como el diésel y la gasolina.
“Eso sin duda hace que el precio de los agroquímicos esté incrementando en algunos lugares hasta en un 50 por ciento, esto afecta sobre todo a los productores de maíz, triticale, trigo, papa, zanahoria y haba pues se hacen menos rentables y costeables”.
Ello, señaló, ha provocado que mucha gente abandone la producción de maíz, por lo que gran parte del maíz que se consume en el país y en la entidad proviene de África y de Estados Unidos.
Trabajo de jornaleros
Mencionó que el trabajo de los jornaleros agrícolas ha aumentado, por lo que les debe pagar de 200 a 250 pesos diarios, más alimentos. Ello dijo, hace la labor menos costeable.
“A esto hay que aumentarle algún otro porcentaje que piden los integrantes de algunos grupos delincuenciales, lo cual lo hace todavía más complicado”.
Reyes Escamilla refirió que según datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) estos cobros son del 12 por ciento aproximadamente sobre la producción total.
“Es un esquema preocupante, lo que se menciona es cobro por la venta y/o comercialización de productos como el huevo, el pollo, el aguacate, el limón (…) con esta problemática se genera un conflicto a los productores y sobre todo al consumidor final, que es quien lo paga”.
Repercusiones a consumidores
El consejero del CCEM comentó que una de las repercusiones es que los consumidores han dejado de comprar la misma cantidad de producto que antes, ahora -ante el alza obligada por la inflación, y por los precios establecidos de los grupos delincuenciales- el consumo es inferior, lo que al final merma en las ganancias e ingresos de los productores.
Dijo que es complicado que los consumidores salgan de sus municipios a comprar los productos en otras demarcaciones donde puede haber precios más accesibles o qué no tengan un incremento establecido por los grupos delictivos.
El representante del sector agropecuario reconoció que dicha situación no es algo nuevo, y que incluso, en algunas demarcaciones se ha normalizado.
Incremento en productos
La inflación histórica de 8.7 por ciento ha generado un incremento en todos los productos.
Karina Villanueva