Cultura
El historiador Luis D�az Santana resalt� la importancia de esta manifestaci�n cultural en el proceso de formaci�n de una regi�n y de una identidad compartida.
La m�sica norte�a ha tenido la particularidad de mantener su esencia, a pesar de haber asimilado ideas mel�dicas de otras m�sicas, manteni�ndose como un patrimonio inmaterial de millones de personas en M�xico y en Estados Unidos, afirm� Luis D�az Santana Garza, investigador de la Universidad Aut�noma de Zacatecas (UAZ).
En su charla virtual�La m�sica de acorde�n y bajo sexto en la frontera M�xico-Estados Unidos,�ofrecida en el Seminario Antropolog�a, Historia, Conservaci�n y Documentaci�n de la M�sica en M�xico, 2020, organizado por la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropolog�a e Historia (INAH), el ponente propuso revalorar a la m�sica norte�a como parte importante en el grupo de las m�sicas urbanas y hacer evidente la importancia de la franja fronteriza, especialmente el noreste de M�xico y el sur de Texas, en el desarrollo de �sta.
En la quinta conferencia, dictada en el marco de la campa�a de difusi�n �Contigo en la Distancia�, de la Secretar�a de Cultura, D�az Santana destac� la relevancia del proceso de formaci�n de una regi�n y de una identidad compartida en dicha zona geogr�fica, por medio de la m�sica, tomando como referente el caso de los conjuntos norte�o y tejano o tex-mex, como tambi�n se le llama.
�La m�sica norte�a y su asimilaci�n en el conjunto tex-mex es una manifestaci�n de la cultura expresiva que, con el paso del tiempo, se ha convertido en un emblema de la frontera entre los dos pa�ses, y a pesar que desde hace d�cadas ha desplazado al mariachi como s�mbolo de mexicanidad, han sido muy escasos los trabajos de investigaci�n que se han concentrado en esta agrupaci�n musical�, indic�.
Tras la Revoluci�n Mexicana, dijo, en las primeras d�cadas del siglo XX, en el noreste de M�xico, una de las razones por las que se comenz� a difundir el gusto por el acorde�n, y luego por el bajo sexto, fue la conveniencia de pagar pocas monedas e, incluso, comida, a uno o dos m�sicos, en lugar de las bandas u orquestas t�picas, las cuales, poco a poco, fueron desplazadas.
Trabajadores del campo
�Los iniciadores de este g�nero se dedicaban principalmente a trabajar en el campo, y la m�sica les serv�a para complementar sus escasos ingresos. Antonio Tanguma Guajardo (1903-1989), pionero en la m�sica norte�a, trabaj� jornadas extenuantes y espor�dicamente realizaba giras, cuya paga era poca�, mencion� el doctor en Historia por la UAZ.�
Basada en libro
La conferencia estuvo basada en su libro�Historia de la m�sica norte�a mexicana�(Plaza y Vald�s, 2015), texto que el autor tradujo al ingl�s y pr�ximamente ser� editado en Estados Unidos; �m�s que exponer la historia de la m�sica norte�a, aborda el devenir musical en la frontera M�xico-Estados Unidos�, expuso.
As�, desde Zacatecas, D�az Santana, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, coment� que esta forma musical es una herencia de la m�sica del Segundo Imperio: polkas, redovas y chotis