El arzobispo de Toluca, monseñor Raúl Gómez González ofició la solemne liturgia de la Misa Crismal, misma en la que los ministros ordenados renovaron las promesas de vinculación a Cristo que hicieron el día de su ordenación sacerdotal.
Acompañado por el cardenal monseñor Felipe Arizmendi y el obispo auxiliar de Toluca, monseñor Maximino Martínez Miranda, el pastor de la Arquidiócesis local, acompañado de sacerdotes y presbiterio de la Arquidiócesis celebró la Misa Crismal que comprende la consagración del Santo Crisma y la bendición de dos aceites, aunado a la renovación de la vocación sacerdotal.
“Nos congregamos en este Martes Santo para participar de la liturgia de la bendición de los óleos de catecúmenos y enfermos y la consagración del Crisma, mismos que serán llevados a las comunidades cristianas de esta Arquidiócesis para bien de quienes inician en la fe de la iglesia y crezcan en ella. Sabemos que con el óleo de los catecúmenos se expresa la búsqueda de Dios en quien se prepara para recibir el bautismo a la que Dios responde saliendo al encuentro de quien inquieto le busca, con el óleo de los enfermos se expresa la misión que la iglesia tiene de ofrecer al ser humano la curación de su enfermedad y de su sufrimiento”.
El arzobispo de Toluca explicó que en el sacramento de la unción del óleo expresa la bondad de Dios para aquellos que están sufriendo la enfermedad y se encuentran afligidos en el cuerpo y en el alma, mientras que con el Crisma se expresa la unción de los nuevos hijos por el bautismo.
En esta liturgia los sacerdotes de la provincia eclesiástica dieron de nueva cuenta el sí a la misión de Cristo.
“Deben dar ese sí que mueve a renovar la fidelidad sacerdotal ante Jesús, quien ha sido fiel hasta la muerte. Hermanos sacerdotes impulsados por la unción del espíritu mantengámonos en pie, digamos que el espíritu del Señor está sobre mí, hagámoslo en esa confianza generosa puesta en él, hagámoslo en todo tiempo en momentos de crisis alegría y momentos pesados de actividades pastorales, en momentos de cosecha y frutos”.
Monseñor Gómez González llamó a la bondad, el perdón y el bien común.
Indicó que se debe promulgar que el Espíritu Santo renueve a la sociedad y la iglesia a través de la vocación de cada uno: niños, adolescentes, adultos, servidores públicos y profesionistas.
“Pidamos que renueve y santifique a quienes estamos insertos en esta iglesia particular, para que demos un vivo testimonio de diálogo, alegría, esperanza y nos impulse a cultivar actitudes humanas y muestren la autenticidad de nuestra conversión, para que de esta manera demos un vivo testimonio de diálogo, alegría y esperanza”.
Monseñor Raúl Gómez González
Arzobispo de Toluca
Karina Villanueva