En el estado de México el equilibrio de fuerzas políticas es complicado ya hace años y se tensó más cuando Morena ganó casi todo hace 4 años, lo interesante es que fue solo un cambio de color transitorio, ahora otra vez tenemos equilibrio y estamos frente a la gran batalla, la gubernatura.
En ese sentido, es importante que las candidatas y los propios partidos entiendan que tienen la responsabilidad de continuar con el proceso en la construcción de la alternancia, que a la larga se vuelve la base de la democracia.
Sin embargo, con las cifras de participación en las elecciones que tenemos, no hay mucha esperanza.
Es decir, son las fuerzas políticas y los candidatos los que deben atraer a los ciudadanos, con propuestas, discursos, plataformas y, en suma, campañas, pero eso ocurre cada vez menos.
En las elecciones anteriores de presidente de la República años participó el 67 por ciento de los votantes mexiquenses.
En las tres elecciones anteriores no se había logrado un nivel tan alto de participación y es algo que festejamos con entusiasmo, pues implicaba un avance contra el principal enemigo de la democracia: el abstencionismo.
Es este el principal problema que aqueja al sistema político mexicano, pues los ciudadanos se contentan con hacerse a un lado y los partidos toman decisiones sin considerar el interés general.
En el proceso electoral pasado, las intermedias, fue muy claro que las campañas no llamaron la atención de los ciudadanos, al menos no lograron atrapar a más votantes de los que ya tenían los partidos considerados de su lado antes de empezar.
El orden que los resultados de las encuestas mostraban al inicio de las campañas permaneció igual hasta el final.
La cosa es que en junio próximo serán dos mujeres en la boleta y dos grandes coaliciones. Así pues, la moneda está en el aire.
La tendencia es que cuando hay crisis, del tipo que sea, la participación crece, casi siempre con el voto de castigo, pero ¿a quién irán a castigar por la pandemia?, ¿por la falta de obra?, ¿por las obras fallidas?, ¿el desempleo?. Ya se verá.
Por lo pronto, es importante dar seguimiento a las propuestas de campaña, escuchar lo que cada opción tiene para ofrecer y decidir. Lo importante es votar.