Morena insiste en querer asustar a los mexiquenses “con el petate del muerto”, con eso de que han ganado en otras entidades, pretenden que lo simple es suficiente. En el fondo, saben que no es tan simple.
Primero que nada, está el hecho de que el Estado de México no tiene condiciones comparables con ninguna otra, por sí dimensión, por supuesto, pero también por diversidad, comportamiento político de su gente.
Eso último quedó más que claro en la elección intermedia del año pasado, en la que Morena no logró repetir en el poder en la mayoría de los municipios, luego de apenas un trienio de pintarse de guinda.
Lo cierto es que no tienen frente a sí el panorama que ya se preveía en las últimas entidades que tuvieron elecciones.
Luego, está otro hecho ineludible para el partido del presidente, que le apuesta a la falta de memoria de los mexicanos, y es que esa fuerza política tiene más viejos políticos provenientes del PRI y PRD que opciones frescas o novedosas.
Simplemente, los que ganaron en otros estados a nombre de Morena, tenían 30 o 40 años en el tricolor, antes de convertirse a ese partido.
Ahí, parece que le abrieron la puerta a cualquiera, sin ningún distingo ni filtros. De eso se dará cuenta la gente muy pronto en otros estados. En el nuestro ya lo saben, por eso no les refrendaron la confianza en las elecciones intermedias.
Aquí el discurso de la renovación no ha tenido tanto éxito, gracias a las tropelías de los alcaldes pasados, que fueron muchas y diversas.
Se refieren a los de los demás partidos como “aquellos que se han enquistado en el poder por más de 70 años”, cuando en Morena se han enquistado una serie de viejos políticos tricolores que destruyeron a su antiguo partido y ahora encuentran en los brazos del presidente un excelente cobijo para seguir explotando la buena voluntad de la gente.
Es interesante cómo han conseguido venderse como una nueva opción, a pesar de que pareciera que son una evolución del viejo PRI, con lo peor de los de antes.
Tristemente, se dan baños de pureza, pero con las prácticas de siempre.