Durante siglos se ha construido una idea de masculinidad tradicional, ese hombre que todo lo puede, fuerte, protector y proveedor, pero esa figura tiene varios problemas, no se ajusta a la realidad, conduce a identidades insanas y frena el desarrollo de la igualdad.
En la actualidad, se impulsan nuevas masculinidades en las que se propone replantear la idea de masculinidad y desaprender los roles de género adquiridos durante toda la vida, perpetuados a lo largo de los años y así, acabar con la violencia de género.
Ayudan los Centro de Masculinidades Positivas
Bajo esa idea, en el Estado de México abrieron los Centros de Masculinidades Positivas (CEDEMAS), lugares en los que los hombres buscan reeducarse y se desmitificación del amor romántico, todo lo relacionado con estereotipos y crianza amorosa, entre otros, que permiten romper la violencia que reproducen.
Uno de los asistentes a estos espacios es Juan quien normalizó la violencia y, a raíz de ello, se divorció de su esposa, con el alcohol trató de olvidar sus problemas, sin embargo sus dos hijos dejaron de hablarle y para tratar de cambiar su situación, su mamá y su hermana mayor buscaron ayuda a través de los Centros de Masculinidades Positivas (CEDEMAS), poco a poco ha cambiado su modo de pensar y actuar, espera que algún día su familia lo pueda perdonar.
Refirió que en este espacio le devolvieron la confianza, a lo largo de las sesiones los expertos lo escuchan, le ha ayudado a expresar sus emociones y entender que había conductas que no eran idóneas, durante un año ha asistido a sesiones individuales y de grupo, hablar le ha ayudado a expresar su sentir.
Juan relató que los CEDEMAS son espacios totalmente gratuitos, por lo que agradeció que existan para orientar a hombres que como él, cayeron en un vicio y con mucha constancia lograron salir del círculo vicioso y dejar atrás la violencia.
En coordinación con SeMujeres
Los CEDEMAS, surgieron de la mano de la Secretaría de las Mujeres (SeMujeres) en 2020, son espacios enfocados en la atención de hombres generadores de violencia, quienes a través de un proceso reeducativo que tiene dos vertientes: asesorías individuales se les dan las herramientas psicoemocionales para dejar de lado la violencia en general y aceptar sus emociones; también reciben asesorías grupales, conocidos como grupos de reflexión en torno a temas de género enfocados a deconstruir ideas machistas.
A estos espacios, las personas pueden llegar de manera voluntaria; de boca a boca, es decir, que se enteran de estos servicios a través de otras personas que ya recibieron atención; la otra es que, a través de un oficio firmado por la autoridad competente solicita que los usuarios que llevan situaciones de conflicto a nivel legal reciban atención, y la otra forma es, a través de la línea Hombre a Hombre que opera los 365 días del año, las 24 horas del día, ésta última derivada de la pandemia ante el aumento de casos de violencia.
Más de 16 mil atenciones
Al respecto, Daniel González, Coordinador de los Centros de Desarrollo de Masculinidades Positivas (CEDEMAS), confirmó que desde 2020 a la fecha, han brindado más de 16 mil atenciones a las personas que asisten a los CEDEMAS, la Línea Hombre a Hombre se ha situado como un referente para canalizar a éstos hombres generadores de violencia para asistir. Apuntó que de enero a noviembre del 2021 brindaron 4 mil 193 atenciones, pero durante 2022 brindaron más de 8 mil 800 atenciones, lo que significa que cada vez hay más varones que se han percatado de la ayuda que brindan en los CEDEMAS.
“Muchos hombres que han recibido atención, le dicen a otros que si atraviesan algún conflicto o situación, recomiendan los CEDEMAS para recibir atención. Mientras las instancias del orden legal saben que existen estos espacios y ante una situación relacionada con la violencia, los pueden canalizar en búsqueda de erradicar la violencia contra las mujeres”, dijo.
Apuntó que, en los CEDEMAS cuentan con un modelo de atención multidisciplinario, es decir que cuentan con área de psicología, trabajo social y jurídica, en éste último le da a conocer a la persona generadora de violencia, las consecuencias legales a las que puede ser acreedor si sigue con la práctica de violencia y si no sigue las recomendaciones de las autoridades.
Señaló que en la actualidad hay ocho Centros de Desarrollo de Masculinidades Positivas ubicados en Ecatepec, Naucalpan, Toluca, Ixtlahuaca, Valle de Bravo, Jilotepec, Villa Victoria y Tlalnepantla, la asistencia de los hombres va en relación a la zona geográfica y demográfica en la que se ubica, atienden a personas a partir de los 16 años hasta más de 60 años, la idea es que se reeduquen a los varones con conductas violentas desde jóvenes para prevenir y sensibilizar sobre la manera de resolver los conflictos y evitar que más adelante lleguen como personas canalizadas.
Buscan acabar con la violencia de género
Y es que, uno de los focos más importantes de las masculinidades alternativas es acabar con la violencia de género y con las actitudes que conducen a ella; romper con el mito del hombre violento y del hombre que todo lo puede, así como rechazar cualquier forma de machismo que aparece en la vida cotidiana.
Para el sociólogo experto en igualdad de género y autor de nuestro curso online Nuevas Masculinidades, Erick Pescador, la violencia más difícil de ver es la que aparece en los momentos más sutiles, por ejemplo, en una conversación, donde el espacio verbal lo ocupan fundamentalmente los hombres.
Por otra parte, para acabar con las actitudes de violencia es importante trabajar la empatía, también la corresponsabilidad personal, familiar y laboral, que implica estar presente en los espacios de cuidado, de limpieza y de atención a otras personas.
Pues, la masculinidad hegemónica también lleva consigo la agresividad y la violencia que, aunque cada vez está menos legitimada, sigue presente en nuestra sociedad, pues desafortunadamente la vemos a través del acoso, los comentarios sexistas o la violencias sexuales, pues las masculinidades igualitarias apuestan por eliminar la violencia machista, o de cualquier tipo, de nuestras vidas.
Cambia el rumbo de su vida
Para Alejandro, su llegada a los CEDEMAS, sus actitudes machistas y el interés de retener y controlar a su pareja lo llevaron a quedarse solo y por primera vez en sus 60 años de vida tuvo que realizar labores del hogar, lo que le generó ansiedad, por lo que le recomendaron acercarse a estos centros.
“Yo era muy dependiente de mi expareja y muy controlador, cuando me dejó me daba mucha ansiedad por estar pensando ahora quién me va a lavar, quién me va a dar de comer o quién me va a planchar, sinceramente era un inútil, no sabía hacer nada”.
Ahora, luego de un largo proceso de reeducación consideró que es un hombre nuevo que ni su familia reconoce, vive solo, hace labores del hogar y no espera que una mujer lo atienda o se haga cargo de él, se ha dado cuenta de que hay nuevos roles.
Programa reeducativo
Para el psicólogo Angelo Arias Barajas, estos espacios impulsan un programa reeducativo, desde un inicio hay sesiones grupales e individuales, abordan temas de igualdad de género, de violencia en espacios públicos o de género, masculinidades y lo femenino, tan así que muchas personas que aún no son señaladas o identificadas cómo generadoras de violencia, desconocen.
Los usuarios, refirió que reconocen que han caído en errores y así, logran avances. Aunque no se pueden generar cambios de la noche a la mañana, apuntó que en un lapso de cinco meses alcanzan resultados para encaminar los procesos y con ello, generar pequeños cambios, afirmó que la mayoría de los usuarios terminan sus seguimientos e incluso, hay quienes quieren continuar en las sesiones.
Desafortunadamente, la masculinidad hegemónica reproduce ciertas ideas machistas que terminan afectando a los mismos hombres, alejándolos de sus emociones al creer que el hombre no llora, lo que los lleva a confundir la depresión o la tristeza con enojo y reaccionan de manera violenta cuando se sienten emocionalmente dañados.
Reiteró que el tipo de violencia más normalizada es la psicológica, pero también llegan quienes han ejercido la física y la sexual, en especial en el núcleo familiar y comunitario.
De ahí la importancia de este proceso de reeducación, que puede prolongarse el tiempo que sea necesario, hasta que se tenga mayor certeza y garantía de que el individuo generador de violencia no va a reincidir.
Les dan seguimiento a los casos
Una vez que los hombres concluyen el programa de Masculinidades Positivas para Personas Generadoras de Violencia, reciben un seguimiento posterior, con el objetivo de que no incurran nuevamente en un comportamiento agresivo.
No han recaído
Desde que se inició con el Programa, y hasta el momento, no se ha presentado ningún usuario que haya recaído.
Decisión de cada persona
Las masculinidades positivas favorecen que cada uno sea como quiere ser, favorecen la libertad propia: cada hombre y cada mujer elige exactamente qué tipo de vida quiere: cómo quiere mostrarse hacia los demás, qué aspiraciones y deseos tiene, cómo quiere enfocar su carrera profesional, si desea o no formar una familia, todo ello sin que los estereotipos marquen el camino. Y esa es la clave de la diversidad.
Laura Velásquez