Con determinación, convicción, fe y devoción, cerca de 15 mil ciclistas de diversos municipios del Estado de México se sumaron a la Peregrinación número 86 de la Arquidiócesis de Toluca hacia la Basílica de Santa María de Guadalupe, misma que inició el pasado lunes.
Poco antes de las 7 de la mañana del miércoles, los contingentes partieron de municipios como Toluca, Xonacatlán, Villa Victoria, Temoaya, Zinacantepec, entre otros, para avanzar sobre la carretera Toluca-México. Cerca del mediodía llegaron al municipio de Lerma y en las inmediaciones de La Marquesa tomaron un descanso y alimentos, lo que dijeron, les dio fuerzas para continuar en el recorrido.
Macario lleva 10 años y lo siguen los niños
Macario es habitante del municipio de Temoaya y relató que desde el año 2004, en su caso, ha recorrido más de 80 kilómetros para postrarse ante los pies de la Virgen Morena. Reconoció que más allá de la preparación física para pedalear estas largas distancias lo que lo mueve y lo conmnueve, a él y a sus “camaradas de fe” es la esperanza de llegar un año más al Tepeyac.
Dijo que normalmente son grupos de 30 ciclistas los que conforman cada contingente, los cuales son conformados por las comunidades de la Arquidiócesis
Destacó que la peregrinación ciclista es un arraigo religioso que se ha transmitido de generación en generación y que ahora son los niños quienes ya llevan sus bicicletas y por algunos trayectos pedalean al lado de sus familias. “Cuando ya tienen unos cinco o 10 años ahí van y cuando se cansan se suben a las camionetas, pero ya a los que tienen 11 o 12 años los vamos resguardando, les vamos inculcando esa esperanza y esa fe”.
Agradecer
Macario, afirmó que el principal objetivo de la peregrinación ciclista es el agradecimiento a la madre de Dios, dijo que agradecen que tienen trabajo, que su familia está sana, al tiempo que piden por el bienestar de su comunidad. Aunque reconoció que no todo es sencillo, ni bonito, pues en el peregrinar están expuestos además del cansancio, calambres, lesiones y caídas, a los baches de las carreteras, la inseguridad, y a los automovilistas y camiones que enojados por la desesperación o las prisas les avientan el vehículo.
“Incluso han llegado a atropellar a las personas. Muchos vamos y solamente Dios sabe dónde nos quedamos, pero nosotros vamos con la fe y la esperanza siempre por delante, pedimos ese respeto, el mismo que nosotros también damos”.
Los ciclistas arribaron a La Villita alrededor de las 4 de la tarde, pernoctaron en el lugar sumándose a los casi 60 mil peregrinos que ya se encontraban en la Basílica de Guadalupe. La Arquidiócesis precisó que en total serán cerca de 70 mil guadalupanos los que estén presentes en la celebración eucarística de este jueves 22 de febrero, antes del regreso y fin de la peregrinación.
Karina Villanueva