Para pasar desapercibidos o para no repetir su modus operandi y ser identificados, los delincuentes frecuentemente innovan las formas en que cometen los ilícitos, señaló la presidenta del Patronato Pro Centro Histórico de Toluca, Verónica Valdés González, quien detalló que a últimas fechas el modelo delictivo familiar ha sido la constante.
En entrevista, explicó que ejemplo de ello fue el robo a negocio perpetrado en el Centro Joyero de Toluca el fin de semana pasado en la zona centro del municipio, mismo que quedó registrado en video. En las imágenes que rápidamente se viralizaron se observa como un grupo de personas, en su mayoría mujeres, roban una charola de joyas de uno de los establecimientos.
Aunque comentó que en este caso específico el descuido de la encargada del local, quien aparentemente no estaba en su lugar al momento del hurto, ayudó a los delincuentes, lo cierto es que un grupo numeroso de personas acude a este tipo de unidades económicas con el fin de dividirse las tareas delictivas, es decir, distraer a los empleados, vigilar que no sean observados por otras personas o personal de seguridad, y sustraer lo robado.
Abundó que han detectado que en algunos casos son familias completas las que cometen los delitos.
“Pasan desapercibidos, es bastante común que el robo se dé en algún descuido, aunque hay seguridad privada. Estas personas son hábiles y como vienen en grupos familiares no son sospechosos, no usan gorras, ni lentes. Como vienen en familia, difícilmente se pensaría que son delincuentes”.
La representante de los comerciantes del Centro Histórico dijo que si bien estos ilícitos son más comunes en joyerías o locales similares, otras unidades económicas no están exentas de ser víctimas. Además de dichas organizaciones familiares, alertó que continúa la presencia de motoratones, carteristas y farderas.
“Hemos detectado carteristas ya identificados por los vecinos, pero las bandas son cambiantes, a veces vienen con niños chiquitos, incluso hemos visto cómo le pasan lo que se roban a los menores, también son mujeres, están las típicas farderas muy comunes en los negocios de ropa y en los supermercados”.
Valdés González advirtió que los delincuentes evolucionan, se disfrazan y se camuflajean, por lo que es necesario que tanto los comerciantes, como las autoridades se mantengan alerta. Dijo que las fotografías de quienes delinquen son difundidas para que la gente denuncie.
Mencionó que es principalmente en épocas festivas cuando la incidencia delictiva incrementa en la zona centro, así como en febrero, cerca del 10 de mayo y en diciembre, aunque puntualizó que no se descarta que en un día ordinario, como el fin de semana en que se cometió el robo, los delincuentes aprovechen que está tranquilo y con poca afluencia para robar.
Destacó que a quienes han sido víctimas de la delincuencia se les exhorta a que acudan a iniciar la carpeta de investigación ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
Karina Villanueva