Martha Gonz�lez Aguilera�
Ayer las cosas se complicaron m�s de lo esperado en un operativo que estaba planeado para convencer a los comerciantes establecidos e irregulares del centro de Toluca de que cierren operaciones, como parte de las medidas de contenci�n de la pandemia por Coronavirus. Todo termin� en zafarranchos que dejaron polic�as y ambulantes heridos.
Lo cierto es que todo esto viene a demostrar que el alcalde no ha hecho el mejor trabajo en varios frentes.
Por una parte, no ha sido capaz de controlar el ambulantaje, mucho menos retirarlo, no solo del centro de Toluca, sino de varios puntos de la ciudad y en algunos el problema es muy grave, as� que en este momento, por mucho que busque apoyo del gobierno estatal y del Ej�rcito, no encontrar� una respuesta inmediata de �s� se�or, somos responsables y nos retiramos�. Era de esperar encontrar resistencia y seguramente la cosa empeorar� conforme avancen los operativos.
Luego, est� el tema de la forma en que ha dado manga ancha a los polic�as municipales, al justificar abusos previos, como lo hizo anoche con los del operativo de ayer, cuando en un comunicado se�al� que los comerciantes iniciaron las agresiones y los polic�as respondieron. No dudamos que los ambulantes sean agresivos, pero no puede ser el choque la �nica manera de resolver el conflicto.
Luego, al inicio de la crisis sanitaria, desafi� las medidas de prevenci�n dictadas por el gobierno mexiquense, alentando a los comerciantes y ciudadanos a desobedecerel cierre de comercios con el argumento de salvaguardar la econom�a local. Incluso asegur� en uno de sus mensajes iniciales que para Toluca la Fase Dos de la pandemia llegar�a a mediados de mayo, porque los contagios aqu� no eran tan graves, como si por decreto del alcalde la enfermedad se detuviera.
Dec�a que emitir�a una especie de certificaciones de sanitizaci�n de los locales para que pudieran seguir funcionando y as� evitar el colapso.
Esa combinaci�n de errores lo llev� al operativo de ayer, que termin� en confrontaciones, pues a la obvia resistencia de la gente por perder su modo de vida, hay que sumarle las malas ideas que el propio alcalde sembr� con sus desafortunadas declaraciones y la prepotencia de sus antes policiales, que saben que ser�n justificados por su jefe, sin importar sus excesos.
Obviamente que pidi� ayuda al gobierno mexiquense, pero este era el caldo de cultivo perfecto para el desastre, uno que nadie pod�a evitar.
Ahora lo interesante ser� ver qu� ocurre en los siguientes operativos, no solo en el centro, sino en la zona de la terminal, o de hospitales, donde el problema es tremendo y los comerciantes ya estar�n preparados para recibir lo que venga.
Como siempre muy objetiva. Felicidades