Karina Contreras, dueña de la bodega expendedora de pollo de Toluca de la que cuatro de sus trabajadores fueron sustraídos en diciembre pasado, denunció que presuntamente, sin motivo alguno le retiraron los elementos policiacos que la cuidaban.
Señaló que el 18 de diciembre pasado, tanto la Secretaría de Seguridad como la Sedena, ordenaron que le retiraran a los policías del CUSAEM de la cuidaban, pese a que era un servicio que ella misma pagaba, afirmó que unos días después de que le dieron de baja a su seguridad, ocurrió el atentado contra su negocio.
Aseguró que ya interpuso las denuncias correspondientes ante la Comisión de Derechos Humanos y ante la Defensoría Pública.
Los hechos
Cuatro comerciantes de un rastro de pollo en Toluca están desaparecidos desde hace casi dos meses, por lo que se ha exigido a la FGJEM que se aceleren las investigaciones del caso.
Cabe mencionar que las autoridades mexiquenses han detenido a cuatro sujetos, pero no se ha encontrado ningún rastro de los comerciantes de pollo desaparecidos.
A pesar del temor, los demás trabajadores del rastro continúan laborando para generar ingresos para sus familias, aunque con miedo a posibles atentados.
Angélica Segura