Martha Gonz�lez Aguilera�
El rector de la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico est� en tremendo l�o y la cosa puede empeorar r�pidamente si no resuelve ya el tema del paro, que empez� el viernes en una facultad y ahora ya son tres.
Las autoridades universitarias dicen que reci�n hay denuncias formales y que est�n actuando en consecuencia, sin embargo, algunos docentes suman m�s de 30 quejas y llevan muchos a�os al frente de grupos.
Es claro que esta crisis se ha gestado a lo largo de d�cadas y que la falta de acciones decididas por parte de los directivos de la M�xima Casa de estudios hizo que se acumularan las quejas, de manera que hoy estallan porque hay condiciones para que eso suceda y ya era hora.
Lo que pasa en la Universidad es el reflejo de una sociedad en la que las mujeres padecen acoso, abuso, discriminaci�n y violencia sin que alguien ponga freno, por lo que las chicas de la UAEM�x son un ejemplo de valent�a, levantan la voz y exigen sus derechos.
El rector Alfredo Barrera ha dicho una y otra vez que las demandas son v�lidas y que ser�n atendidas, incluso ayer asegur� que no hay intocables en la universidad, sin importar el rango o la trayectoria. El problema es que a�n frente a la crisis la repuesta ha sido lenta.
Si no quieren tener en poco tiempo a todas las facultades en paro, lo que necesitan es ser decididos, definitivos, suspender a todos los denunciados �docentes, administrativos y estudiantes- mientras se hace una investigaci�n que derive en responsabilidades administrativas y legales, en su caso.
No basta con que los docentes sean separados del cargo por un tiempo, si son encontrados culpables, deben ser despedidos de manera definitiva y boletinados para que no vuelvan a tener un grupo en sus manos.
Adem�s, la investigaci�n debe tener una vertiente que, adem�s de determinar responsabilidades, sirva para encontrar las fallas en el sistema que permitieron los abusos, los mantuvieron en secreto y desestimaron las denuncias.
La UAEM�x tiene que aprovechar esta oportunidad para limpiar la casa, s�, pero tambi�n para hacerla m�s segura, para que alumnas, alumnos, docentes y administrativos sepan que ese es un espacio en el que el abuso no est� permitido, porque quien lo practique ser� sancionado de manera definitiva.
Que nunca m�s un docente acumule quejas por decenas sin que alguien haga algo, que ninguna estudiante tenga miedo o verg�enza de asistir a clase, que ning�n compa�ero pueda abusar de una chica.
Si el rector Alfredo Barrera pone atenci�n se dar� cuenta de que ese puede ser su legado, uno que verdaderamente trascienda, mucho m�s all� de cualquier avance educativo. Esa es su tarea.