Ocuilan��
A sus nueve a�os de edad, Citlalli Guadalupe Baldomero Raymundo, peque�a originaria de la comunidad tlahuica de San Juan Atzingo, en Ocuilan, sue�a con poder ser doctora para ayudar a su familia y a todos los que tengan alguna enfermedad en su pueblo.
Ella es una de los 10 mil beneficiarios del programa Ni�ez ind�gena del Gobierno del Estado de M�xico, que permite que estudiantes de comunidades con presencia ind�gena de los tres a los 15 a�os de edad, reciban una canasta alimentaria que les permite mejorar su calidad alimenticia y que ayuda al gasto familiar.
Semillero de sue�os�
Este programa, que inici� en el a�o 2007 con un padr�n de mil 500 ni�as y ni�os, hoy es el semillero de sue�os de 10 mil estudiantes ind�genas que cursan el jard�n de ni�os y los acompa�a hasta que concluyen sus estudios de secundaria.
Para Citlalli, a quien le diagnosticaron una angina cr�nica por la falta de calcio en sus dientes debido al poco consumo de leche cuando era m�s peque�a, este programa le cambi� la vida, porque le permite a sus pap�s y a su hermano recibir una canasta con productos alimenticios que aprovechan para mejorar su alimentaci�n, y con ello, mejorar su rendimiento escolar.
Abandonan estudios por falta de recursos econ�micos�
De acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la falta de recursos econ�micos para la alimentaci�n e incluso para su educaci�n, hace que cada a�o, ni�as y ni�os de las comunidades ind�genas tengan que abandonar sus estudios.
Por ello, el Gobierno del Estado de M�xico, a trav�s del Consejo Estatal para el Desarrollo Integral de los Pueblos Ind�genas (CEDIPIEM), ha impulsado el crecimiento de este programa que, en la actual administraci�n del Gobernador Alfredo Del Mazo, ampli� su cubertura a peque�os que acuden a escuelas p�blicas de nivel preescolar.
Hoy, Citlalli, es una de las estudiantes de San Juan Atzingo, que ha sido beneficiada, y que, en esta comunidad, cuenta ya con egresados de Ni�ez ind�gena, que tienen una licenciatura en escuelas como la Universidad Aut�noma del Estado de M�xico y que incluso han sido reconocidos con el Premio Estatal de la Juventud.
�Nos ha ayudado mucho, porque pues, ya de ah� nosotros tenemos para darles, lo que es un atole, una comida, dos, tres veces al d�a. Antes com�amos una vez al d�a, lo que hac�amos era juntar quelites en los terrenos, sembrar ch�charos, de ah� com�amos�, comenta Ana Rosa Raymundo D�az, mam� de Citlalli, quien adem�s se dedica a la costura.
Ya ahora, asegura, con la despensa que reciben pueden completar el consumo familiar, �mis ni�os nunca hab�an tomado casi leche, desde chiquitos y ahora pues ya se van a la escuela y toman su leche�.
Gracias a este apoyo, Citlalli sabe que si le echa ganas a la escuela, como le dicen sus pap�s todos los d�as, podr� cumplir su sue�o de ser doctora y regresar a su comunidad para poner su consultorio.