Los empleados de limpia del Ayuntamiento de Toluca sumaron ayer tres quincenas vencidas y contando, mientras en las calles se acumula la basura.
Pero no es ese cochinero que la gente nota resultado de la falta de pago a los trabajadores, no señor. Ellos han permanecido estoicos en todas las circunstancias, por adversas que sean.
Por ejemplo, durante la pandemia, aún cuando muchos de ellos ganan menos del mínimo, no dejaron su responsabilidad un solo día.
Aunque no les acercó el alcalde Juan Rodolfo Sánchez Gómez ni sanitizante, gel, guantes o cubrebocas, ellos cumplieron con sus labores, lo que costó la vida a once de ellos.
Ante este historial, es claro que la falta de pago no detendría a estos trabajadores. El problema es que no hay combustible para los vehículos ni acceso a los rellenos sanitarios por falta de pago.
Total, es un desastre, el desaseo del gobierno municipal no se limita a los montones de desechos en la vía pública, sino que en el interior de la administración también se acumula la mugre. Los vehículos de recolección de residuos llevan dos semanas sin operar, mientras que cerca de 60 empleados de limpia han sido presionados para firmar su renuncia de los cuales, hasta el viernes pasado, habían denunciado 12 ante la Secretaría del Trabajo. El resto tiene miedo.
Las irregularidades se suman y el alcalde Sánchez Gómez no da la cara ni por una ni por otra cosa. La semana pasada hubo al menos dos actividades donde se preveía su presencia, pero simplemente no llegó.
Ya está acostumbrada la gente a la impuntualidad del edil, que hasta a sus informes de gobierno llegaba dos horas tarde, pero ahora pareciera que se está escondiendo y, cómo no, con este desorden.
Bien haría Morena en reconvenirle, pues ahora que ya no tiene nada que perder, quién sabe de qué será capaz. El OSFEM ya tiene las denuncias formales por las irregularidades del ex panista, no sería muy difícil ponerle un alto, ya que se sabe que tiene miedo de una investigación que lo lleve a la cárcel.
Todo esto podría ser una especie de revancha por la derrota, que se nota le ha herido profundamente. ¿Será que ahora sí va Juan Rodolfo Sánchez Gómez a enterrar lo que queda de su carrera política? Más vale que Morena no se deje arrastrar con él.
De todos modos, Juan te llamas: El que tiene fiesta en puerta es Cristian Campuzano, el líder del PRD mexiquense, a quien le están organizando una revuelta y con justa razón. Si no fuera por la coalición con PRI y PAN, el Sol Azteca estaría llorando la pérdida del registro. Sin embargo, habría que averiguar quién estará buscando quedarse con ese liderazgo. ¿Será que quien lo puso en ese lugar es ahora quien mueve las aguas para avivar la tormenta?