Este lunes inició la inequitativa veda electoral en el Estado de México, donde los opositores a Morena estarán prácticamente silenciados durante 62 días Y 18 horas, en tanto que el presidente Andrés Manuel López Obrador gozará de cabal intocabilidad con sus “mañaneras”, a pesar de haber sido acusado de promover, velada y abiertamente, a su candidata Delfina Gómez.
Con el ataque sistemático que cada elección ejerce el aparato gubernamental de Morena contra los órganos electorales, y la persecución política y jurídica contra sus adversarios, Regeneración Nacional tratará nuevamente de inclinar la balanza a su favor, aunque para ello otra vez tenga que mandar al carajo a Ley y a las instituciones.
Elección tras elección, la veda electoral que debería inhibir el activismo político de los tres órdenes de gobierno para garantizar una justa ciudadana imparcial, se configura cada vez con mayor claridad en una especie de emboscada para la oposición en el país, porque solo aplica, en el caso del Estado de México, al gobierno estatal y municipios.
Peor aún, este fin de semana y de manera adelantada comenzaron a colocarse los espectaculares de la Maestra Gómez en vialidades del territorio mexiquense, aún y cuando todavía no arrancaban las campañas oficiales por la gubernatura, lo que, de entrada, debería tomar en consideración la autoridad electoral para evitar que se le desborde el proceso.
Así las cosas, el presidente de México, su partido y candidata mostrarán qué tan confiados están de ganar los comicios del próximo 4 de junio, cuando la candidata de la coalición Va por el Estado de México, Alejandra del Moral, sube en las preferencias de manera acelerada, impulsada por el trabajo que en campo realizan su partido, el PRI, y sus aliados del PAN, PRD y Nueva Alianza.
Y si bien el principal bastión de Morena sigue siendo la zona oriente de la entidad más poblada del país, el hecho es que en la última elección perdió importantes plazas tanto en el Valle de México como en el Valle de Toluca, incluyendo la “cereza del pastel”: Toluca, la capital mexiquense.
Para bien de la ciudadanía, el PRI toluqueño se halla unido y fortalecido, dispuesto a no abrirle el paso nuevamente a Morena, porque no olvida el nefasto gobierno municipal que dejó Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien al día de hoy ha logrado unificar a la ciudadanía, pero en su contra.
Junto con el PAN, PRD y Nueva Alianza, el Revolucionario Institucional en Toluca se organiza no solo para hacerle frente a la embestida federal y de otros estados, como Veracruz, que ha enviado a activistas de Morena al territorio, sino incluso para asestarle una felpa que se antoja espectacular.
ANTÍTESIS: Las y los toluqueños aún tienen presentes- el saqueo, la deshonestidad y el desprecio a la gente del morenista Juan Rodolfo Sánchez Gómez, quien heredó al Ayuntamiento una deuda por más de 2 mil millones de pesos, además de cometer la casi impensable bajeza de no pagar el salario ni el aguinaldo a los trabajadores. El “Diciembre Negro” no se olvida, ese horrible fin de año de 2021 en el que las oficinas oficiales no tienían luz, las calles estaban llenas de basura y el Centro Histórico en llamas. Por más que ahora, desde lo oscurito y sin pena ni gloria, Juan Rodolfo arme reunioncitas para llamar la atención y fraguar algún tipo de reaparición, a la ciudadanía no se le olvida lo que vivió, lo que sintió, lo que sufrió con él al frente de la administración; su imagen, y con ella, la de Morena, está manchada, de por vida.
Con qué cara habrán de salir a pedir el voto, a partir de hoy, los candidatos de Morena en el Valle de Toluca.