El miedo al presidente Andrés Manuel López Obrador podría ser la causa por la que hoy, la mayoría de las instituciones están prácticamente paralizadas en el Estado de México. Muy pocos, quizá solo los opositores, se atreven a señalar las constantes violaciones al marco legal en que, de manera recurrente, incurre Morena para posicionar a su virtual candidata, Delfina Gómez, en la contienda por la gubernatura.
No aparecerá en la boleta en la contienda del próximo 4 de junio, pero todo parece indicar que el inquilino de Palacio Nacional ha dejado sentir toda su fuerza en la entidad en su intento de llevarse la “joya de la corona” que significa la entidad más poblada del país. Al menos a eso podría obedecer la parcialidad con que distintos órganos han actuado antes y en la pre e inter campaña.
Morena sabe bien que sus resultados en los gobiernos, tanto federal como en ayuntamientos -porque nunca ha gobernado a nivel estatal en el Edoméx- no han impactado positivamente en el ánimo de los ciudadanos; por el contrario, en la medida de sus yerros, los electores han retornado a sus preferencias políticas tradicionales, lo cual se confirmó en el pasado proceso electoral intermedio de 2021, cuando la coalición PRI-PAN-PRD se alzó con una contundente victoria en la mayoría de las posiciones en juego.
Con los “focos rojos” encendidos, Morena primero tendió su manto protector para hacer valer su mayoría y control en el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), a fin de que no fueran sancionados sus alcaldes acusados de mal manejo de recursos públicos, entre ellos, los más visibles, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, de Toluca, y Patricia Durán Reveles, de Naucalpan.
Pero cuando se lanzaron sendas acusaciones en contra de la entonces virtual precandidata morenista, en la precampaña, en el sentido de que habría hecho propaganda anticipada, de inmediato se apagaron los esfuerzos de una eventual sanción y hasta hoy, ningún organismo oficial se ha atrevido a hacer aseveraciones siquiera de una investigación seria.
Apenas este fin de semana, en plena intercampaña aparecieron espectaculares en distintas vialidades del Estado de México con la leyenda de “Que el pueblo DEFINA, Edoméx con…”, con los colores de Morena y en una obvia alusión a su virtual candidata a la gubernatura.
Por si fuera poco, en los primeros días de abril comenzará la llamada “veda electoral” con la cual se habrá de silenciar a todas las instancias gubernamentales, con excepción de López Obrador, quien sí podrá realizar sus “mañaneras” para difundir lo que le venga en gana, mientras continúa su ataque sistemático contra el supuesto “derroche” de la autoridad encargada de organizar las elecciones en el país: el Instituto Nacional Electoral (INE).
Así las cosas, lo único que se espera es que aún con artificios, omisiones o complicidades, la ciudadanía tiene el poder de decidir el sentido de su voto, en plena libertad, para definir el rumbo de los próximos seis años en el Estado de México.
ANTÍTESIS: Quien andaría como “canica en cubeta” es el aspirante de Movimiento Ciudadano (MC), Juan Zepeda, de quien se dice está en subasta a ver qué opción política representa más beneficios para su partido, a fin de inclinar la balanza en el eventual caso de una cerrada contienda por la gubernatura. Se trataría de una trillada estrategia de esperar hasta el último minuto para sumarse al vencedor y aparecer en la foto. Veremos.