Para los mexicanos hablar de justicia es com�n hacerlo a partir de la experiencia, es decir con base en todo lo que ha tenido que vivir por la demanda que entabl� contra el inquilino que no le paga renta desde hace meses, o de la visita al Ministerio P�blico con motivo del robo que sufri� de su celular cuando se encontraba en el transporte p�blico, tambi�n como respuesta al escuchar que un juez �liber� a unos sujetos que hab�an sido detenidos en un operativo de la polic�a y claro por las filas, copias y �papeles� que debe reunir para acudir a un juzgado.
Esto refleja que un mexicano com�n y corriente percibe el sistema de justicia de su pa�s no bajo el an�lisis escrupuloso de las reformas en materia laboral que ahora permitir�n mayor transparencia e igualdad en los juicios de esa materia, tampoco reflexionando en el beneficio que conlleva un sistema penal que ahora permite que las audiencias sean p�blicas, donde se reconoce la presunci�n de inocencia, y la prisi�n preventiva no es ya m�s la regla general de cautela de todas las personas que caen en las garras del sistema punitivo mexicano.
El an�lisis es m�s sencillo, pues lo hace contando los a�os que lleva acudiendo a las audiencias del juicio que entabl� porque alguien no le ha pagado algo que le debe. Lo hace a partir de lo que ha tenido que gastar en abogados que han consultado el caso que tiene solicitando que el padre de sus hijos se haga por fin cargo de su obligaci�n de pagar por lo menos la escuela de sus hijos que hoy en d�a no son nada baratas.
Otros m�s lo hacen pregunt�ndose porque se encuentran en prisi�n si son inocentes, porque raz�n las audiencias su juicio oral est�n siendo programadas hasta un mes despu�s. Tambi�n estos mexicanos lo hacen con base en el dinero que el Ministerio P�blico les ha pedido para dejar en �libertad� a su familiar o por darle �tramite� a la denuncia que present� hace algunos meses.
Siendo honestos, la percepci�n de la mayor�a de los mexicanos sobre la justicia es mala. Alto costo es uno de los reclamos, excesivo tiempo el que tarda un juicio en resolverse, corrupci�n de los funcionarios que intervienen, falta de certidumbre sobre el resultado de su controversia, y abonado a esto, la falta de sensibilidad y humanidad de jueces o magistrados en casos donde intervienen, mujeres, ni�os, presos, personas de la tercera edad o con alguna enfermedad grave, ind�genas, o que de plano lo �nico que tienen es nada.
A estos mexicanos les da lo mismo si hubo una reforma constitucional o legal importante, o si se cocinas en el congreso iniciativas que pretenden transformar todo el sistema judicial del pa�s o los tribunales de mayor importancia.
A estos mexicanos lo que les importa es que el acceso a un juez que resuelva su caso no sea costoso, que no tenga que pagar en un abogado que quien sabe si a mitad del camino lo deje en las mismas o hasta peor de cuando lo contrat�. Lo que les importa es que el Ministerio P�blico atienda su caso y que no sea una �carpeta de investigaci�n� m�s. Lo que exigen es que el juez o magistrado que resuelva su caso se tiente el coraz�n antes de dar su fallo en el �expediente� y que su caso tiene trascendencia en su vida.
�Por qu� entonces confiar en la justicia?
Porque es el �nico mecanismo que busca tratar con igualdad a sus intervinientes, es el �nico medio que permite resolver un conflicto �cotidiano� de manera racional. Porque es la �nica forma de que como sociedad no volvamos al tiempo de la ley del tali�n o el �ojo por ojo y diente por diente�. Porque solo creyendo en la justicia podemos mantener los mininos lazos sociales. Porque solo a trav�s de la justicia podemos reafirmar los anhelos que hist�ricamente como pueblo nos han movido a luchar contra la opresi�n. Porque al final solo la justicia nos hace hombres libres.
Dr. Octavio Mart�nez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.