Este fin de semana se conmemoró un aniversario más de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Querétaro nuevamente recibió a los titulares de los poderes de la República para el acto de conmemoración de nuestra Constitución.
Este lugar fue el escenario donde entre otras cosas, ha saltado a las noticias nacionales que al arribar el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia, la Ministra Norma Lucía Piña no se levantó de su asiento, en comparación con los demás presentes, lo que desató una serie de criticas y comentarios.
El discurso de la Ministra Piña, también atrajo la atención. En el la titular del Poder Judicial Federal puntualizó sobre todo, la independencia judicial como elemento de la función de los jueces.
Con todo este contexto la población se pregunta: ¿Qué tipo de relación habrá de tener la Ministra Piña frente al Presidente de la República?
Lo anterior pareciera una cuestión poco importante o no sustancial. Pero, al contrario, conlleva a cuestiones de fondo, como lo son la influencia de un poder sobre el otro y que al final conlleva al probable sometimiento de la función de los jueces a los designios del ejecutivo, por ejemplo.
De esta manera, cuando hablamos de la relación que debe haber entre los poderes que conforman la entidad política-jurídica denominada “Estado” es prácticamente volver a los orígenes de esta configuración con Montesquieu y Rousseau.
La simetría o eventual asimetría entre los poderes que teóricamente se encuentran “divididos” dependerá del peso que en el juego político cada uno representa.
Si, como lo acaban de leer. El poder judicial también ejerce influencia política.
Pensar que los jueces se encuentran alejados o blindados de las interacciones políticas es un desatino. Si bien no es tan clara la influencia política que ejercen, lo cierto es que sus criterios y decisiones tienen un impacto en la vida política de una Nación.
Precisamente por esta razón, la Constitución busca evitar que un poder influya sobre el otro y por el contrario existe un equilibrio entre los poderes de la República.
El mensaje de la Ministra Norma Piña es sin duda, la búsqueda de la autonomía del poder judicial y sus jueces y magistrados.
No implica otra cosa que evitar que en la toma de decisiones de estos, no se encuentre la mano de alguno de los otros dos poderes, y con ello salvaguardar la tan añorada independencia judicial.
Dr. Octavio Martínez Camacho
Abogado Penalista Socio del Despacho HMSC.