�Hoy es el d�a!
Octavio Mart�nez Camacho�
La semana pasada transcurri� una noticia que a�n sigue causando asombro, desconcierto y tristeza. Un evento que por su naturaleza nos ha cimbrado y estoy seguro lo har� por mucho tiempo.
Un ni�o de una escuela primaria en Torre�n Coahuila dispar� dentro de su escuela contra varios de sus compa�eros el viernes 10 de enero por la ma�ana.
Este ni�o despu�s de llevar a cabo estos disparos termin� por darse un tiro en la cabeza, terminando con su propia vida.
En este ataque, utiliz� dos armas de fuego de diversos calibres, hiriendo a cinco alumnos y dos profesores, muriendo uno de ellos en el lugar.
La anterior parecer�a ser una narraci�n de una pel�cula de terror o de violencia desagradable. Lo m�s detestable de esto, es que no es ninguna trama cinematogr�fica, sino por el contrario, un evento real que hoy tiene a nuestro pa�s pregunt�ndose: �Qu� fue lo que sucedi�?
Y si, hoy nos preguntamos �Qu� le ha sucedido a este pa�s, para que un ni�o de primaria lleve a su escuela armas de fuego?
Tambi�n nos preguntamos �Qu� le ha sucedido a este pa�s, para que un ni�o de primaria le dispare a sus compa�eros y alumnos as�, sin m�s ni m�s?
Tambi�n nos atormenta en la cabeza la pregunta �Qu� le ha sucedido a este pa�s, para que un ni�o de primaria, despu�s de disparar a sus compa�eros se d� un tiro el mismo?
Se�ores, �Qu� le ha sucedido a este pa�s para que un evento como este haya sucedido?
No es solo el caso de un ni�o, de una escuela, en Coahuila, en el norte del pa�s. No, no debemos verlo as�, pues este suceso tan lastimoso y triste es el resultado de todo un fen�meno social generalizado en todo el pa�s. S�, no es solo Coahuila, no es solo este ni�o, no es solo esta escuela. Verlo as�, reducirlo as� solo nos llevar� a no darnos cuenta y aceptar que no fue a causa de un videojuego, sino como consecuencia de una din�mica social donde la formaci�n y los valores han quedado en el olvido.
No se trata ahora de poner detectores de metales y revisi�n exhaustiva de mochilas y pertenencias de estos ni�os en todas y cada una de las escuelas a lo largo y ancho del territorio nacional. Tampoco se trata de educar a los ni�os y j�venes estudiantes del pa�s a prepararlos para actuar frente un evento de esta naturaleza.
Lo realmente importante es que les est� pasando a los ni�os y j�venes de este pa�s. Ese es el objetivo de reflexi�n e inter�s que este lamentable evento nos debe llevar a analizar.
La violencia que este evento representa, es real. No es un suceso producto del accionar accidental de un arma de fuego. Es la preparaci�n de un ataque, la meditaci�n del mismo, la espera, la ejecuci�n directa y fr�a de un ni�o que apenas terminar�a la primaria.
La desgracia ha sucedido, la violencia generalizada que vive este pa�s ha da�ado lo m�s sagrado de una sociedad, su ni�ez.
La propagaci�n de la vida violenta ha dado ya sus primeros frutos, este evento en Coahuila es uno de ellos, y muy significativo, pues los disparos que realiz� este ni�o no fueron producto de una disputa de una plaza criminal, ni por el pago de una cantidad de dinero, no, fue solo por el hecho de quererlo hacer, as� nada m�s.
Seg�n los alumnos, este ni�o ese d�a dijo en varias ocasiones �Hoy es el d�a! Lo que pareciera el presagio de la exigencia que ahora debemos hacer.
Si, hoy es el d�a de que veamos qu� pa�s les estamos construyendo a estos ni�os, qu� formaci�n se procura en los hogares, qu� contenido est�n consumiendo nuestros ni�os en la televisi�n, la m�sica, su entorno pr�ximo. Que conciencia de la familia, de la hermandad, de naci�n y pa�s estamos procurando en nuestra ni�ez.
Si no queremos que eventos como este sean cada vez m�s cotidianos, hagamos un alto y revisemos que necesitan nuestros ni�os, no hay m�s, �Hoy es el d�a!
Octavio Mart�nez Camacho
Abogado Penalista, socio del despacho HMSC.