Una vez que la Organizaci�n Mundial de la Salud declar� al Covid-19 como una pandemia en marzo de 2021, la prioridad de las instituciones y de los pa�ses del orbe fue desarrollar un tratamiento efectivo para atender esta enfermedad, que hasta el momento no ha sido posible generar; y sobre todo, crear una vacuna que pudiera reducir o minimizar los da�os a la salud que provoca esta enfermedad.
Los avances que se han generado de manera paulatina en esta materia, dan una luz de esperanza para poder retomar el ritmo de vida regular que ten�amos de manera previa a la enfermedad. Al d�a de hoy, en M�xico contamos con al menos 5 tipos de vacunas distintos que brindan la posibilidad de atender este grave problema de salud que afecta a todos los sectores de la sociedad.
Sin embargo, el arribo de vacunas en contra del Covid-19 al pa�s no se ha dado en la proporci�n esperada y mucho menos con los resultados prometidos por parte de la autoridad federal, �nico responsable de adquirir, distribuir y administrar las dosis dentro del pa�s.
Pese a los diversos posicionamientos, llamados y anuncios por parte de la autoridad federal, la realidad es que, pese a ciertos avances, hasta el momento quedan severos recovecos por cubrir y con las dosis con que se cuenta resulta complicado completar la meta establecida por el propio gobierno federal a trav�s de la Secretaria de Salud.
Con base en datos proporcionados por la propia autoridad sanitaria federal, a la fecha se han recibido poco m�s de 4 millones 600 mil dosis de las vacunas de los laboratorios Pfizer BioNTech, AstraZeneca, SinoVac y Sputnik V, de las cu�les han sido aplicadas tan s�lo 2.7 millones de dosis; lo que habla de una estrategia de vacunaci�n lenta y que no responde a las graves afectaciones que la pandemia genera d�a con d�a.
Para una poblaci�n de alrededor de 126 millones de habitantes, resulta limitado el resultado que puede ofrecer la aplicaci�n de �nicamente 2.7 millones de vacunas; esto en comparaci�n con pa�ses como Estados Unidos que han alcanzado a aplicar m�s de 90 millones de dosis o del Reino Unido que ha vacunado a poco m�s de 20 millones de personas e incluso Israel que tras vacunar a m�s de la mitad de su poblaci�n, ha comenzado la apertura gradual de las actividades econ�micas.
Y al compararnos con naciones de la regi�n, Chile gracias al despliegue de una importante estrategia de vacunaci�n, tuvo la posibilidad de donar 20 mil dosis de vacunas a Ecuador.
Las comparativas en todo sentido resultan negativas para M�xico, que pese a ser una de las 13 econom�as m�s importantes a nivel mundial, no ha podido consolidar una estrategia de adquisici�n y aplicaci�n de vacunas en las personas y los sitios que m�s han resentido los efectos de la pandemia.
Es imperativo poner en marcha una estrategia que involucre a m�s personas y actores de la vida p�blica a fin de brindar los resultados esperados en el menor tiempo posible, la vacunaci�n de una naci�n es una labor tit�nica y no puede ser responsabilidad de una sola persona o instituci�n; esta labor no es una competencia y se requiere de la suma de esfuerzos.
No s�lo es un tema de salud; los bolsillos, la econom�a y las personas son los principales afectados de una pandemia que pese a no poder ser predecible, si debe ser atendida a la brevedad.
El desarrollo del plan de vacunaci�n requiere rendir frutos en el corto plazo, M�xico no puede quedarse rezagado en este esfuerzo.
GILBERTO SAUZA