IGUALDAD A PARTIR DE UN NUEVO ACUERDO
Una de las tareas pendientes que la humanidad y las naciones tienen con las y los ciudadanos, es la erradicación de la pobreza y las desigualdades en todas sus aristas, sin embargo, por diversas cuestiones este objetivo no se ha podido alcanzar, y al día de hoy, seguimos padeciendo por problemas de índole económico, ambiental, de salud, educativo y otros.
Ejemplo de ello, son los cambios climatológicos que se presentan en diversos puntos de la geografía internacional y nacional; tan sólo en nuestro país, hace algunos días se registraron temperaturas extremas en prácticamente todo México que marcaron nuevos máximos históricos en lo que a altas temperaturas se refiere. A partir de esta situación, en diversos espacios y foros se expresó la necesidad de poner en marcha planes de reforestación y cuidado de la naturaleza para reducir el impacto negativo que la actividad humana tiene en el medio ambiente.
Pese a ser una buena intención, esto requiere de la colaboración de todos los sectores que integramos la sociedad; ya que actualmente no ha sido posible alcanzar un equilibrio entre el desarrollo y la sustentabilidad. Siempre se ha tenido que poner una acción por delante de la otra, demeritando la que menos importancia tenga para ese momento y espacio.
A partir de los cambios y los llamados a la acción que se han realizado desde la sociedad, algunos líderes han retomado estas ideas y ha puesto en el centro del debate la necesidad de poner en práctica estrategias que promuevan el desarrollo económico, el bienestar de la población y el cuidado del entorno con un mismo nivel de importancia.
Entre los principales representantes de esta nueva forma de pensamiento, actualmente ubicamos a Emmanuel Macron, presidente de Francia y al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres.
Por parte del representante de la nación francesa, durante una reunión celebrada en París con la asistencia de alrededor de 40 mandatarios de todo el mundo, Macron, presentó un nuevo consenso internacional que tiene por objetivo el poder financiar la lucha contra la pobreza y el cuidado del planeta al mismo tiempo.
Por su parte, Antonio Guterres, representante de la ONU, ha señalado como obsoleta la actual estructura del sistema financiero internacional ya que sólo contribuye a acrecentar las desigualdades; por lo que ha solicitado la participación de las naciones miembro de la ONU para implementar medidas urgentes hacia una mayor justicia mundial. En este sentido, el plan más ambicioso contempla la recaudación de 500 mil millones de dólares anuales para relanzar los Objetivos de desarrollo del planeta.
Ante los cambios globales que se avecinan, el sector productivo levanta la mano para ser participar activamente en la construcción de estas nuevas medidas que buscan una distribución más justa y equitativa de la riqueza, así como un uso racional de los recursos disponibles. Consideramos que, si dejamos en un segundo plano la sustentabilidad, corremos el riesgo de que nuestras acciones sean sólo parciales y produzcan cambios mínimos.
Ante las circunstancias mundiales actuales, no solamente se requiere de disminuir la pobreza en todos sus estratos, de igual forma, se deben plantear propuestas que favorezcan el cuidado del medio ambiente. Mientras no se modifiquen las actuales políticas financieras, continuarán ampliándose las diferencias económicas entre personas y naciones.
H Grupo Editorial