CONSTRUYENDO UN AMBIENTE DE SEGURIDAD
De acuerdo a especialistas en materia de seguridad, establecer un ambiente seguro y con orden es una responsabilidad primaria y una función esencial del estado. Más aún, proteger y garantizar la libertad, la integridad física y el patrimonio de las y los integrantes de la comunidad son bases para un desarrollo sólido en lo económico, político y social.
Todos estos factores y el involucramiento positivo de la ciudadanía darán como resultado certidumbre, confianza, orden y estabilidad.
Para contar con una medición de los índices de seguridad e inseguridad se han establecido parámetros a nivel mundial que permiten tener un acercamiento más puntual a las condiciones que existen dentro de la sociedad en esta materia.
Para medir la inseguridad existen dos vertientes; en primer lugar, se enumeran los incidentes que se presentan dentro de una demarcación por cada 100 mil habitantes, con lo que se obtiene la frecuencia con que se suscitan delitos y/o hechos de inseguridad en un municipio, entidad o nación.
Mientras que la segunda vierte surge desde la percepción de la ciudadanía. En este sentido, los organismos responsables de cuantificar la seguridad analizan y describen como perciben su entorno los habitantes de la población a analizar.
Sin importar el origen de las mediciones, ambas pueden resolverse a partir de acciones concretas de trabajo entre las autoridades responsables de garantizar la seguridad y la ciudadanía. Por una parte, las autoridades deben de llevar a cabo labores que generen mayor confianza con los ciudadanos y den como resultado la disminución de los índices delictivos dentro de las demarcaciones.
Los esfuerzos realizados por las autoridades de seguridad, deben enfocarse en primer lugar en la disuasión y la prevención de actos delictivos; y tras el intercambio de ideas con la ciudadanía, se promoverán acciones de reacción que inhiban el crecimiento de la inseguridad cualquiera que sea su vertiente.
Como sociedad, al ser representados por organismos, asociaciones y liderazgos, es imprescindible que trabajemos de la mano con las autoridades para coadyuvar en las dos vertientes; de manera individual, nuestro vínculo para la construcción de un entorno más seguro, es aportando datos e información relevante para atacar los indicios de violencia o inseguridad que se puedan estar presentando. La participación ciudadana y la vinculación con las autoridades será indispensable para que los cuerpos de seguridad generen inteligencia y otorguen resultados en el menor tiempo posible.
Dentro del Artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se establece como un derecho la seguridad; “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. Hoy, como mexicanas y mexicanos tenemos la oportunidad de construir un mejor entorno para todos, sin embargo, no podemos dejar todo en manos de las autoridades, somos un eslabón fundamental para el futuro de nuestras familias.
Buscar seguridad no es más que reducir los niveles de vulnerabilidad de las personas frente a las diferentes amenazas y peligros que se pueden identificar en nuestro entorno.
H Grupo Editorial