FORTALECER E IMPULSAR LA BASE DE LA ECONOMÍA
Nadie podría cuestionar la importancia que tienen los pequeños negocios para el país, de igual forma nadie pondría en juicio que, si de la noche a la mañana este sector despareciera, nuestra economía simplemente dejaría de funcionar. En otras palabras, es innegable el hecho de que los micronegocios en México son el motor de desarrollo económico más importante en términos de impacto por volumen.
De acuerdo a las definiciones establecidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el micronegocio se puede definir como un establecimiento con fines productivos conformado por no más de 10 personas.
Y en este tipo de negocios, casi medio millón de mexicanos se empleó durante el último año en micronegocios (tienditas, panaderías, papelerías, carnicerías y fondas), por la falta de oportunidades de trabajo; así como con el objetivo de generar mayores recursos para enfrentar los aumentos en la inflación. Tan sólo durante junio de 2022, 23.57 millones de personas laboraban bajo este esquema. Un año después, la cifra aumentó a 24.03 millones, es decir, 41 por ciento de la población ocupada o con empleo, según cifras del propio INEGI
Sin embargo, pese a su importancia, aún se requieren importantes esfuerzos ante la informalidad que se presenta dentro de este sector, ya que 37 de cada 100 personas que se sumó al mercado laboral lo hizo en lo que muchos llaman changarros, los cuales, en su mayoría, operan en la informalidad.
Las y los mexicanos tenemos el talento para adoptarnos a las circunstancias, y la irrupción de la pandemia de Covid-19 representó una etapa de importantes dificultades para todos los sectores productivos. Ésta situación llevó a miles de personas hacia el emprendimiento para poder obtener recursos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), el trabajo independiente abarca a 13.2 millones de personas en el país, siendo éste uno de los apartados que más ha crecido durante la etapa de recuperación del mercado laboral; y actualmente hay 843 mil 381 personas más en este registro que antes de la pandemia.
La pandemia fue un parteaguas para transitar hacia el consumo local ya que consideramos como esencial que la economía se mueva a través de los negocios locales y en consecuencia se cuente con un sistema de micronegocios fortalecido en todo el país y el estado.
Ante esta situación, hoy es el momento oportuno de aprovechar las oportunidades que se desprendieron de esta etapa y regularizar los micronegocios que aún permanecen en la informalidad; desechar este episodio significará perder una ocasión para consolidar a este sector indispensable para la economía de México.
Dotar de herramientas a los micronegocios, podrá fortalecer e impulsar la economía desde su base y podrá modificar la baja mortalidad que se observa en estos negocios; ya que hasta el 2019 a nivel nacional la esperanza de vida de un establecimiento al nacer es de 8.4 años. Impulsar la compra de productos desde lo local puede contribuir de manera importante a generar bienestar y desarrollo para las y los mexicanos.
H Grupo Editorial