El delegado de la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasaje y Turismo (Canapat) en el Estado de México, Odilón López Nava, dio a conocer que en la entidad se aprobó una ley para evitar el abuso en los cobros de servicio de grúas, situación que dijo, ha sido una constante y una de las quejas principales del sector transportista,
“La nueva normativa de grúas y corralones es trascendental contra los abusos, todos los ciudadanos que transitamos por el Estado de México estaremos protegidos, además se abona a la prevención de delitos. Nuestro reconocimiento a las autoridades que lo hicieron posible”.
López Nava reconoció las acciones gubernamentales y mencionó que este es un avance que dará certeza a las empresas, las cuales, por los costos elevados que ponían por el servicio de grúa, llegaban a poner en riesgo hasta su patrimonio.
Recordó que no existía una homologación que permitiera conocer con claridad los cobros de dichos servicios, lo cual era discrecional y podía llegar a caer en actos de corrupción.
Respeto a la legalidad
El delegado de Canapat señaló que, con dicha ley el Estado de México será pionero en la materia, pero lo más importante dijo, manda un mensaje de respeto a la legalidad y a la lucha contra la impunidad y la corrupción.
“Con esto los concesionarios del servicio de grúas deben entender que deben respetar las condiciones y los costos que la autoridad determina, pues de otra manera podrán ser sancionados y hasta se les puede retirar la concesión para la prestación del servicio”.
El representante de los transportistas afirmó que, el problema sobre los costos excesivos en el servicio de grúas, no solo lo padece el transporte público, sino también el transporte particular y el transporte de carga, quienes aseveró, durante años estuvieron “a merced de las malas prácticas” de quienes operan las grúas.
López Nava señaló que el titular de la Secretaría de Movilidad del EdoMéx (SEMOV), Gilberto Limón, atendió la inquietud de dichos sectores de transporte para dar solución a las malas prácticas que se suscitaron durante años.
“Cada quien cobraba lo que quería y eso significaba que hubiera tarifas exageradas, y que al paso de los días no había dinero que les alcanzara a los transportistas para sacar del corralón las unidades o los vehículos”: Odilón López Nava, delegado de la Canapat