LAS REMESAS FAMILIARES
Por Mart�n de J. Takagui
Para este a�o que est� por concluir el Banco de M�xico ha pronosticado que el monto de las remesas familiares que env�an los trabajadores migrantes, principalmente de Estados Unidos, ser� de unos 40 mil millones de d�lares, concepto que podr�a permanecer como la segunda fuente de ingresos de divisas al pa�s, despu�s de los ingresos petroleros.
Si bien este dinero no es del gobierno, sino de las familias de los trabajadores que se encuentran en Estados Unidos y otros pa�ses, sin importar su estatus migratorio, para el gobierno de M�xico representa una importante fuente de d�lares, mismos que al llegar al sistema financiero nacional se convierten en pesos.
Esa es la ventaja que obtiene el pa�s en su macroeconom�a, pues mientras haya esa captaci�n de divisas, el pa�s mantiene pilar financiero que le permite mantener la estabilidad y con esos recursos se acumulan las reservas internacionales, adem�s de que sostienen la balanza de pagos, pero sobre todo el consumo interno.
El presidente Andr�s L�pez Obrador celebr� ampliamente el monto de remesas familiares que se acumulan este a�o, una cifra sin precedente, hecho que calific� como un �milagro social� y como �una muestra de fraternidad y hero�smo� de los mexicanos que, dijo, se han solidarizado en medio de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19.
Pareciera que es mucho dinero, pero hay que tomar en cuenta que es el promedio de ingresos, que asciende a unos 350 d�lares mensuales para los destinatarios de esos recursos , pero representan apenas siete mil pesos mensuales.
El titular del Ejecutivo, tambi�n reconoci� que esas remesas representan tambi�n un pilar fundamental para mantener los niveles de consumo interno, pues gracias a ellos las tiendas de autoservicio, lejos de haber registrado ca�das en las ventas, registraron un incremento de ocho por ciento, con respecto al a�o anterior.
En esta ocasi�n, se hace m�s evidente que nunca, la gran aportaci�n de los trabajadores migrantes mexicanos en otros pa�ses, pero no se trata de un acto de solidaridad con el pa�s, sino un acto de solidaridad con sus propias familias, porque muchos de los que permanecieron en territorio nacional, tambi�n perdieron sus empleos y por ello, los migrantes hicieron un esfuerzo adicional para mandar m�s dinero en el marco de la pandemia.
Este gobierno, como los anteriores, solamente se dedican a ver cu�nto va a llegar en remesas familiares, pero lejos de que esos h�roes trabajadores del otro lado de las fronteras y sus familias obtengan un mayor beneficio por sus aportaciones, simplemente se les ve como una fuente de divisas y no se toman en cuenta muchos otros aspectos.
Los trabajadores migrantes, si bien al salir del pa�s en busca del sue�o americano, como una forma de vida, porque la migraci�n es un tema cultural, se van porque en territorio nacional no encuentran oportunidades de desarrollo, oportunidades de empleo o de sobrevivencia.
Muchos, miles de ellos se quedan a mitad del camino, pierden la vida, se ven mutilados al viajar en el tren, conocido como �La Bestia�, en ese mismo trayecto son asaltados o secuestrados por el crimen organizado, las mujeres son violadas, los ni�os son separados de sus padres, toda una serie de riesgos a los que se someten para alcanzar una oportunidad de desarrollo.
Hoy los migrantes han sido olvidados por la actual administraci�n, sus familias sufren, est�n sometidas tambi�n a los asaltos, a los secuestros, al crimen organizado, en general, pero ellos tienen que sobrevivir a todas esas barreras.
Muchos pa�ses latinoamericanos como El Salvador, Bolivia, Costa Rica, Per� Nicaragua o Guatemala desarrollan pol�ticas p�blicas, mediante las cuales se les ayuda a las comunidades de migrantes y a los propios trabajadores viajeros, buscando su desarrollo para que cuando regresen los que se fueron encuentren en su tierra nuevas formas de crecimiento social y econ�mico.
En nuestro pa�s, los gobiernos, lejos de apoyar a las comunidades de migrantes, los explotan m�s, pues siempre han estado dispuestos a aportar parte de sus remesas para las obras sociales, como los arreglos de templos religiosos, la construcci�n de infraestructura urbana o simplemente para sus fiestas patronales.
Es hora de que el gobierno de M�xico reconozca el esfuerzo y las grandes aportaciones que los trabajadores migrantes hacen al pa�s y a sus comunidades a trav�s del env�o del fruto de sus esfuerzos.
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