Comerciantes del municipio de Zumpango denuncian que la delincuencia organizada reclama derecho de piso por 50 mil pesos mensuales en negocio ferretero, en tienda de abarrotes o carnes frías cuotas de 30 o 20 mil y en negocios ambulantes mil pesos con recolección diaria de hasta 30 pesos.
Sin datos sobre esta región que permitan hacer estimaciones sobre los delitos más representativos, puesto que las características impiden la denuncia ante daños que han afectando a las unidades económicas del sector privado, existen aspectos relacionados sobre el delito de extorsión como: características de las víctimas, modus operandi, daños causados, además de la percepción sobre la inseguridad, es similar en muchos lugares.
De acuerdo a testimonios de los responsables en tlapalerías, almacenes, tiendas de conveniencia o establecimientos comerciales, la extorsión ha sido el delito más frecuente, le sigue el robo o asalto de mercancía, dinero, insumos o bienes y en tercero el robo hormiga., por lo que la afrenta del sector comercio es muy complicada.
A este respecto, los propietarios de muchos negocios has decidido “bajar la cortina”, indica comerciante de Zumpango, ya que rechazan trabajar sólo para estas redes que viven del producto de su trabajo.
Por su parte, la versión de una vendedora de tamales, denuncia que por la mañana asisten a su negocio personas distintas con la misma versión, “ya vengo por lo que vengo” y, sin mayor remordimiento se retiran los cobradores, portando su bolsita mariconera.
La vendedora de estos típicos desayunos, hace compras por la tarde, prepara los tamales, los coloca en la vaporera para iniciar su cocción a las cuatro de la mañana, pasadito de las seis debe instalar el puesto, desafortunadamente, la vendedora ha hecho de su diaria jornada un hábito de tener disponible el pago a las 9 de la mañana, sin alguna resistencia, ya que es la voz que recorre entre los propios comerciantes: “mejor dar o arriesgar el físico”.
Los comerciantes de establecimientos mencionan que la alternativa de denunciar no es una opción, por la amenaza directa que reciben al momento de cobrar su cuota puntual y marcada con horario, en ese momento los delincuentes señalan que es una especie de protección, si hay resistencia, amenazan con actuar en contra de sus familiares; sínicamente, mencionan que es lo mejor para los propietarios ya que de esta forma no llegarán otros extorsionadores a abordarlos, aseguran.
Acela Montaño