Durante d�cadas importantes rocas cinceladas de la �poca prehisp�nica se encuentran hasta la actualidad expuestas al medio ambiente sin que ninguna administraci�n haya hecho alguna gesti�n para que al sitio que se dice habr�a sido centro ceremonial se le dedique estudio y en consecuencia su conservaci�n.
Las rocas forman parte de un conjunto de piezas que est�n en el per�metro de la capilla de Guadalupe, se trata de un paraje ubicado en medio de la zona urbana del cerro, est� ah� construido un centro recreativo y la casa de cultura, las personas que visitan el lugar, en su mayor�a, ignoran el importante acervo prehisp�nico que existe por tanto no se toman tiempo para buscar y ver las piedras que est�n grabadas.
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Seg�n versiones, no documentadas, el lugar habr�a sido un centro ceremonial en la �poca prehisp�nica, y desde dicho centro se habr�a estudiado el universo que se plasmaba en las piedras, tal el caso de una pieza donde se observa un circulo que tendr�a relaci�n con los conocimientos que pudieron tener los estudiosos de la �poca precolombina en lo que se dice era un observatorio tambi�n.
De igual modo hay versiones de interpretaci�n de las figuras que hacen alusi�n al dios Tl�loc y a la diosa de las flores y la primavera, incluso solo dos piezas de piedra grabadas se encuentran resguardadas en el interior de la casa de cultura.
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De continuar los petrograbados expuestos a las inclemencias del tiempo, podr�an sufrir deterioro y deformaciones, esto reconocen los propios habitantes del municipio, quienes sugieren a las autoridades en funciones hacer algo para el rescate de la zona con riqueza arqueol�gica antigua.
Por cierto, tambi�n mencionaron que el lugar no es reconocido por los visitantes de fuera y solo los vecinos y los habitantes del municipio en general acuden algunos al centro recreativo, otros a la capilla, pero nadie en especial llega para ver los vestigios prehisp�nicos que est�n expuestos todo el tiempo en la parte alta del cerro.
Gregorio Manr�quez