Marco Polo Hern�ndez
Hay una lengua que dialoga con los saberes de la naturaleza, saberes que; el coyote, el jaguar y el conejo, resguardan desde el origen y creaci�n de los tiempos. Nuestros abuelos nos heredaron la lengua y por ende, nos han conferido esas historias que resisten al paso del tiempo y tambi�n; al saqueo de la tierra, la discriminaci�n, el despojo y la destrucci�n de los saberes.
Hubert Mart�nez Calleja es poeta m�’ph��,�procedente de dos lugares: Malinaltepec y Zilacayota, municipio de Acatepec, regi�n de la monta�a del estado de Guerrero. Dedicarse a la poes�a no fue una cuesti�n de elecci�n, como una flor que se enra�za sobre una piedra, solo sucede con las condiciones necesarias para que florezca. Para Hubert, el florecimiento fueron las historias que le contaban sus padres, sin darse cuenta y de manera gradual, fue d�ndose el inter�s por escribir y as�, preservar la memoria oral de su cultura; cada palabra ind�gena cuenta su propia historia y la cultura m�ph�� tiene mucho por contar, esa es su principal inspiraci�n para escribir sobre seres m�gicos y de sue�os y vidas inconclusas que se dan, en los pueblos de la monta�a.
La poes�a le ha llevado a realizar andanzas por: Nicaragua, Guatemala, El Salvador y Honduras, y sin detallar, se ha dado cuenta que le hace falta por descubrir otros pueblos de M�xico y de la regi�n de la Monta�a de Guerrero.
Hubert Mati�w�a es Licenciado en Filosof�a y Letras por la Universidad Aut�noma de Guerrero�UAGRO. Maestro en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Aut�noma de M�xico�UNAM.
Su m�s reciente premio literario fue para la publicaci�n de la obra, en la primera convocatoria Alas de Lagartija, en la categor�a: Edad Escolar, en Alas y Ra�ces. 2020, con el cuento �Ad� B�g� ts� n�nd��� ru�wa-Poeta Rayo�, del tambi�n reciente libro, �MBO XT� R�D�� (GENTE PIEL/SKIN PEOPLE) Editado por el sello editorial �Gusanos de la Memoria�.
Ad�
N�guw� g�y�� �n� x�b� ts� j�d� ajw�n� n� xuaj���n
numuu r� n�gi�duu xkujndu
kham� nangw� �g��n m�tsa�u� gajm�� i�w�� x�b�,
tsetse ma� n�wi��u� dx��n ts��kw�,
ikhiin ts� n��ph� xuwi n� ndawa� xuaj��n l�,
ikhiin ts� n�rig� ama�� n� ajw�n� xk�radi,
ikhiin ts� n�kux� jn�w��n kham� n�n� ng�ni� ij��n g�� n� j�b��.
X� ma� ikhaa n�n��uu xnd� ts�gun� n� aw��n r�mb�
n� ikhoo idi r� j�g� ts�ng�na,
kham� n�n��uu �g� ts� mixt��n n� aw��n xn��ndoo mbro�on,
kham� n�n��u� n� aw��n ix� kaf�
ts�mbi n� n�xtr�ka m�n�� r� ts�ng�na l�.
X� ma� n� aw��n �tsuu n�k� r�gaj�� iya id��n
ij��n g�� Maruts�� ts� nimb�xu�n g�jm��,
ij��n g�� ts��kw� n�ndx�w� n� n�tuxu� yujnd�� kham� �ts�,
r� m�x�g� j�y�� g�n� x�b�.
X�b� ts� jud� ajw�n� n�x�daa xt� inuu,
kham� n�str�k�� mb� xkam�d� r� mbijw� n� xpaph��,
ats� ts�kuun iduu ���� n� �aw��n,
ik�njg� ikhaa n�g�d�� n�gudi�n x�b�
m� ni�gi� r� ts�ng�na inuu ix� xaphoo xuaj���n.
Numuu mbi�i r��kw�, nakhi r� n�g�ji�ya�
nuth��n r� ts�� x�b� j�b� �ajw�n x�,
maj�n �n� x� �ajun r��kw� m�
numuu r��kw� tsetse n�guw� x�b�
ts� nag�� ju�di�n ij��n xuajen
kham� nudii ga�kh� n� �aw��n �j�n ts��kw�.
El ni�o
Vinieron a buscarlo al pueblo
porque no hab�a para donde darle
y atorarle con los contras,
se hac�a costumbre ver a los zopilotes
carro�ar en las mojoneras,
bajar los ayates de las redilas
y esculcar las enaguas, buscando carne.
�l dej� sus canicas en la cuarta del rombo,
en la raya con nubarrones de nostalgia,
dej� los peces multicolores
con los sue�os de la noche
y dej� entre los cafetales
los columpios colgados donde se mece la miseria.
En sus huesos,
fue creciendo el llanto de sus amiguitas,
las ni�as de Maruts��,
que ped�an o�do al polvo y a las piedras
para que no se lo llevaran.
Lo encapucharon con escamas de la tarde
y le colgaron un cuerno de chivo,
tres rosarios del ojo de venado
y se dispuso a cazar hombres
y a sentar la muerte en su mesa.
Desde entonces,
dicen que los de la Monta�a
somos buenos para eso
y no dejan de venir para llevarse a los ni�os
y sembrarles la muerte en las manos.
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Muy buen escrito