San Mateo Atenco
Jos� Manuel P�rez
Ante la pandemia del COVID-19 en M�xico, por primera vez en 38 y 31 a�os respectivamente, Plaza Naranja y Plaza Azul, las principales y m�s importantes productoras y comercializadoras de zapato en San Mateo Atenco y en el pa�s, cerraron sus puertas al p�blico por tiempo indefinido.
Con extrema tristeza, estos mercados, animados a diario por la asistencia de miles familias enteras para abastecerse de los preciados art�culos, colocaron candados y dieron un anhelado hasta luego a sus fuentes de trabajo que quedaron mudas, solas, al igual que muchos de los vendedores de calzado de los alrededores, tambi�n lo tienen qu� hacer no sin antes preguntarse por su futuro inmediato pues es su �nica fuente de trabajo que les ha dado casa, comida y sustento durante tres y cuatro d�cadas a muchos de ellos y a sus fieles trabajadores.
Al rescate el ayuntamiento
En este marco de crisis en el pa�s, ayer las pl�ticas de apoyo econ�mico por parte del alcalde de San Mateo Atenco Julio Cesar Serrano Gonz�lez con los representantes no s�lo de la industria del calzado, sino de los m�s indistintos rubros de comida que se ven�a fortaleciendo por ejemplo con la Primera Feria del Taco (con gran �xito hace unas semanas), trabajadores del transporte y de todos los rubros comerciales en general, continuaron en la Casa del Ayuntamiento y se �aterrizaron� acuerdos con padr�n de por medio para el otorgamiento de cr�ditos a la palabra que ir�n desde 4 mil a 20 mil pesos, mismos que empezar�n a otorgarse por parte de la autoridad local a los comerciantes en entre julio agosto.
En tanto, la administraci�n del gobierno de Serrano Gonz�lez acord� que en estos d�as� empezar� a dar los apoyos en especie a personas de la tercera edad y a habitantes de zonas� marginadas del municipio que tienen verdadera necesidad de contar con ese estrat�gico apoyo.
Heredaron el oficio
Cientos de estos fabricantes de zapato, heredaron su oficio desde hace tres generaciones, m�s de 80 a�os para algunos dijo el se�or Gonzalo Gonz�lez, pues sus antepasados ya estaban en esta zona o llegaron de otros lugares para aprender el noble oficio que hoy se ve amenazado como nunca en esta tierra trabajadora del Estado de M�xico por el mortal virus respiratorio.