Por ahora, los aspirantes a un puesto de elecci�n popular en el Estado de M�xico est�n en espera, en el llamado periodo intercampa�as.
Por una parte, para efectos legales, terminaron las pre campa�as y los �candidatos� tienen prohibido hacer cualquier tipo de proselitismo y llamado al voto. Se supone que deber�an estar en sus cuartos de guerra cruzando datos, analizando estad�sticas e informaci�n, preparando las estrategias, los discursos, las propuestas, las plataformas de campa�a, la oferta pol�tica. Deber�an estar prepar�ndose para la batalla.
Les recordamos desde aqu� que los ciudadanos est�n �vidos de propuestas y que la competencia deber�a estar llenas de ellas.
Lo que hace que la gente se aleje de las urnas es, precisamente, la guerra sucia. De eso, est�n hartos los ciudadanos, m�s con tanta polarizaci�n.
Y es que en realidad el gran enemigo a vencer es el abstencionismo, el �nico que consistentemente tiene adeptos y seguidores, hasta antes de L�pez Obrador.
En este sentido, el gran reto para todos es atraer a la mitad de electores que no suele participar, a que vuelvan a las urnas.
Para Morena, el tema es conseguir que les refrenden la confianza, ya sin AMLO. En la boleta y luego de lo mal calificados que est�n.
Para el bloque opositor es conseguir, en inicio, convencer a los suyos, el voto tradicional, el llamado duro, a que apoye la coalici�n PRI-PAN-PRD. No parece ser tan dif�cil, si consideramos que ya Morena en estos a�os ha dejado ver lo que pasa si ellos gobiernan. No queda t�tere con cabeza, vaya.
Luego, deben conseguir que los indecisos que pierde Morena voten por la coalici�n, al menos la tercera parte. Con eso les alcanza, dado que Morena no tiene voto duro, solo simpatizantes que se suman cuando les interesa.
Las cifras de baja participaci�n en las elecciones tradicionalmente son contundentes y sostenidas, de manera que los gobernantes apenas se sostienen con poco porcentaje de aceptaci�n.
Ya veremos si esta vez las propuestas y los candidatos logran reivindicar la pol�tica y convencer a los votantes de que vale la pena participar, como en la pasada contienda presidencial.
Este es el mejor momento, la oportunidad para convencer a los votantes de que son la mejor opci�n. Esperemos que no la desperdicien.como hasta ahora, en quejas, llantos y ataques lls unos a los otros. Es tiempo de voltear al electorado y ponerle atenci�n verdadera.