Ayer el presidente Andr�s Manuel L�pez Obrador dio muestra clara del tama�o de su inter�s por la consulta al decidir no ser el protagonista en la inauguraci�n del AIFA, una de las obras emblema de su gobierno.
Ahora s� es preocupante la cosa, porque ver al presidente asistir a un evento de esa magnitud para su gobierno y no ser el hombre del micr�fono fue realmente doloroso, como lo ser�a para cualquier pol�tico.
As� las cosas, se vuelve mucho m�s dudoso aquel discurso de �yo termino y me voy� que ha dado por repetir hace un par de meses como un mantra, algo desesperado por ser cre�ble. Ahora lo interesante ser� ver que lo consiga.
Lo cierto es que M�xico tiene m�s vocaci�n democr�tica de la que �l piensa, en especial los j�venes, que ya no crecieron a la sombra de un partido hegem�nico, esos que nacieron y han crecido alejados del concepto de un s�per partido que todo lo controla.
Eso sin contar con la insistencia de la sociedad mexicana para evadir los impulsos trans sexenales de aquellos con vocaci�n reeleccionista. Lo vimos ya varias veces en nuestra historia moderna, L�pez Obrador no es el primero que lo intenta y no ser� el �ltimo en fracasar, en todo caso, ser� uno m�s.
Por lo pronto, sufri� un tremendo rev�s este fin de semana, cuando el tribunal electoral del poder judicial ech� por tierra sus festejos por el decreto que les permit�a a �l y sus funcionarios hacer propaganda en relaci�n con la revocaci�n de mandato. Si aplica, pero ser� para la otra, dijo el tribunal. Como resultado, ayer el presidente no pudo ser el protagonista y debi� ser doloroso.
Lento inicio
Mientras tanto, el AIFA inici� operaciones a medio vapor, por decirlo generosamente. Se supone que en su primera etapa dar� servicio a 20 millones de pasajeros al a�o, cifra que se duplicar�a para la segunda etapa y llegar� a los 90 millones de pasajeros en una tercera.
Dicen que lo que mal empieza, mal acaba. Ya se ver�. Ser� interesante ver cu�nto tiempo se lleva en llegar a cubrir la primera etapa, para empezar. Hagan sus apuestas.