En el Estado de M�xico no se eliminar� el uso de cubrebocas, ya se ha decidido y es una excelente noticia.
En Coahuila y Nuevo Le�n retiraron el uso de �ste hace dos semanas, desde el 13 de marzo, pero todav�a no tenemos datos suficientes para saber cu�l ser� el resultado.
Puede ser que las cosas vayan bien con esta medida, pero no pueden tomarse como par�metro para el Estado de M�xico.
Ver� usted, Nuevo Le�n tiene menos de 6 millones de habitantes y Coahuila poco m�s de 3 millones. No existe posibilidad de comparar. Nuestra entidad, seg�n el �ltimo censo -que a�n est� en litigio- el Estado de M�xico tiene casi 17 millones de habitantes. Tiene dos zonas metropolitanas y es la mitad de la ciudad m�s grande del mundo. No puede pretenderse que una medida que se aplica en otra parte del pa�s, as� resulte exitosa, se copie aqu�, eso ser�a un desastre.
As� las cosas, esperemos que nuestro gobernador Alfredo del Mazo aguante estoico la presi�n. Se sabe que el gobierno federal y el de la Ciudad de M�xico presionan mucho y son poco cuidadosos con este asunto, por decir lo menos.
La realidad es que si por el gobierno de la ciudad fuera, hace tiempo que se habr�an levantado las restricciones y que estar�amos con p�simos resultados.
Es claro que era necesario presionar a la reapertura de actividades, pues la econom�a no pod�a aguantar m�s la par�lisis. A�n no est� claro cu�ndo conseguiremos una verdadera recuperaci�n y todav�a se pueden esperar da�os graves a la econom�a.
Sin embargo, la reactivaci�n paulatina s�lo ocurrir� con pasos firmes si mantenemos ciertas medidas, como el avance en la vacunaci�n y, por supuesto, las medidas de prevenci�n.
El gobernador del Mazo necesita ser firme en esto, porque no hay ning�n referente en el pa�s que se iguale a la dimensi�n del Estado de M�xico m�s que la Ciudad de M�xico y sabemos que all� la presi�n va en el sentido contrario.
Pri�stas inquietos
El pri�smo est� inquieto. El mensaje del gobernador Alfredo del Mazo en el anuncio de la nueva dirigencia y en el contexto de las buenos resultados que obtuvieron en la pasada elecci�n los dej� muy entusiasmados, pero luego hay una especia de calma chicha que los desespera.
Durante los a�os de gobierno delmacista ha habido mucha inquietud por el estilo de hacer pol�tica del gobernador, pero al final, las cosas han salido mejor de lo que esperaban y hasta los m�s reacios han tenido que aceptarlo.
Ahora, est�n en espera de �rdenes para dar la batalla, pero las instrucciones no llegan, est�n desesperando.