El tema del cierre del relleno sanitario de Xonacatl�n, en el que buena parte del Valle de Toluca depositaba sus desechos s�lidos, ha tra�do de nuevo a la mesa del debate la crisis del estado por la falta de sitios de disposici�n final de la basura.
Hace ya 20 a�os que empezamos en esta regi�n a discutir acerca de qu� hacer con nuestros desechos, luego del cierre del socav�n de Metepec, que ya no ten�a espacio y nunca tuvo condiciones adecuadas para el tratamiento de la basura.
As� las cosas, desde entonces esta regi�n dej� de tener un sitio para disposici�n final de los desechos y nunca pudieron ponerse de acuerdo autoridades municipales y estatales para construir un proyecto com�n.
Algunos alcaldes lo intentaron, pero luego los intereses pol�ticos de los adversarios (a veces de un partido, a veces de otro) frenaban todo intento, hasta que nadie m�s trat�.
Luego, ante la necesidad no cubierta por medios oficiales, surgieron como hongos rellenos sanitarios irregulares y tiraderos clandestinos que sustituyeron a los regulares que ten�an costos alt�simos.
Entonces s� que empez� el verdadero problema que todos hemos soslayado, b�sicamente por comodidad y porque los asuntos pol�ticos no dejan de ser un tema fundamental, cada trienio, cada sexenio y cada vez m�s.
Estar�a interesante que cada municipio se viera obligado a tener su propio sitio. Al principio ser�a un problema, pero despu�s valdr�a la pena.
Es una medida cara, insuficiente, a corto plazo, pero la otra alternativa es trabajar en serio en la separaci�n de residuos, programas destinados a la disminuci�n de la generaci�n de basura y el reciclaje, pero eso no es popular, as� que no tiene futuro.
Mientras las decisiones de los gobiernos respondan a la urgencia pol�tico-partidista del momento, este tipo de problemas seguir�n creciendo, porque hoy en d�a, nadie quiere ser impopular.
Golosinas
Los que est�n engolosinados con la popularidad son los de Morena. Nada les importan los tiempos adelantados de campa�a, los topes de gastos ni la famosa austeridad que pretenden imponer en los dem�s. Al contrario, van con todo y por todo.
Lo cierto es que, al m�s viejo estilo priista traen el mood de que el que no gana arrebata y, a la mera hora, pueden darse un encontronazo con la realidad, porque en pol�tica no todo es lo que parece. Veremos.