Los municipios se han quedado a la zaga de muchas formas en materia institucional y de cumplimiento de leyes y ordenamientos.
A pesar de ser el gobierno m�s cercano a la gente, result� el que menos respet� los avances administrativos ni legales, en buena medida por la falta de preparaci�n de los funcionarios, pues en muchos casos las alcald�as se han convertido en una especie de bolsa de empleo para pagar cuotas pol�ticas.
La verdad es que los empleados municipales pocas veces est�n preparados para cumplir con sus responsabilidades, por lo que terminan por hacer lo que pueden y c�mo pueden. As�, temas importantes como se van quedando atr�s.
Para colmo, ahora no hay suficientes recursos para programas e iniciativas municipales, por lo que el desarrollo en ese nivel de gobierno se queda a la zaga.
El presidente L�pez Obrador ha decidido concentrar en tres programas el dinero que antes atend�a todos los sectores y luego se lo vende a la gente como combate a la corrupci�n.
Lo cierto es que no acab� con la corrupci�n, ni est� claro donde est� todo el dinero que antes flu�a a las entidades y casi todos los sectores quedaron descobijados y sin recursos. La desaparici�n de los fideicomisos fue la estocada final.
En el caso de los municipios el golpe ha sido tremendo, en especial com lo poco preparados que suelen estar los funcionarios de ese nivel. Se les exige que generen iniciativas y que adem�s consigan los recursos necesarios para echarlas a andar. Con raz�n no se consiguen tantos avances como quisi�ramos.
Soluciones por decreto
La cantidad de mexicanos en pobreza no disminuye, por el contrario, aumenta y peor a�n con la pandemia.
Sin embargo, el gobierno de Andr�s Manuel L�pez Obrador le apuesta a la misma f�rmula que tanto critic�, programas clientelares.
Por lo menos podemos reconocer las buenas intenciones de una administraci�n que se autodefine como cercana a la gente, lo que implica congruencia.
El problema es que durante varias d�cadas se han invertido decenas de millones de pesos en programas asistenciales en todo el pa�s, con resultados magros, por decirlo de manera amable.
En cambio, en pol�ticas productivas, como las derivadas al campo, a las PyMES a la dotaci�n de servicios que atraigan la inversi�n o a la disminuci�n de tr�mites para la apertura de empresas parecen importar poco.
Pero al presidente L�pez Obrador lo que menos le importa es el crecimiento del pa�s.