El inicio de las nuevas administraciones municipales fue una gran oportunidad para por fin llegar a acuerdos de colaboraci�n intermunicipal. El trabajo metropolitano y la visi�n de ese tipo de pol�ticas son urgentes en el estado de M�xico, que crece de manera vertiginosa en m�s de una regi�n.
En el Valle de M�xico, el caos en servicios y otras cosas es enorme y se debe, en gran medida, a que el crecimiento urbano no tuvo ninguna planeaci�n ni l�gica.
Cada municipio hizo sus propios planes sin considerar a los vecinos, ni las propias condiciones y limitaciones de recursos.As�, hay muchos municipios que crecieron de manera monstruosa, no s�lo por la dimensi�n, sino tambi�n porque tienen grandes manchas urbanas con malos servicios.
De la misma manera ha crecido el Valle de Toluca, en el que hay tambi�n muchas regiones en las que no hay agua, o vialidades adecuadas y suficientes para la cantidad de desarrollos habitacionales que se han autorizado.Nos encontramos con que, entre otros problemas, el Estado de M�xico est� en primer lugar en casas abandonadas.Eso se debe a los malos servicios y la mala calidad de las construcciones.
En el Valle de Toluca, todav�a hay tiempo para frenar el crecimiento desordenado y dar cauce al desarrollo urbano regional.Es posible hacer una planeaci�n adecuada, donde se prevean vialidades, escuelas, transporte p�blico, agua y todos los servicios necesarios.En el Valle de M�xico, mientras tanto, es imprescindible atender pol�ticas metropolitanas, para resolver los enorme problemas, los que son visibles y los que no, pues hay muchos que no han terminado por estallar, pero que no tardan y que ser�n tremendos.
Esperemos que los ayuntamientos se den cuenta de que es m�s f�cil resolver los problemas en conjunto que de manera individual, pues no s�lo se suman los presupuestos, sino las voluntades.
Vivir de las calles
Es lamentable ver como la desaceleraci�n de la industria y el bajo nivel de crecimiento de nuestro pa�s luego de la pandemia se reflejan en las calles, con el aumento de personas que viven del trabajo en ellas.
En el valle de Toluca y el de M�xico, es notorio un aumento importante de este fen�meno, de manera que cada vez m�s se vuelve com�n ver limpiaparabrisas o pedig�e�os en las esquinas.
Autoridades, especialistas y ONGs suelen se�alar que cuando les damos dinero a las personas que viven de pedir ayuda en las calles, los atamos m�s a esa condici�n.Se supone que estas personas suelen vivir en esas condiciones por decisi�n propia, pues a�n cuando se les ofrecen oportunidades de un empleo formal, las rechazan.En este paradigma oficial el argumento central es la necesidad de dignificar las condiciones de vida de quienes viven de las calles, pero el problema es que no han considerado que esa opci�n los lleva a otra peor, que es no tener dinero suficiente para cubrir sus necesidades b�sicas y las de sus familias.
En este sentido, no deber�a ser sencillo concluir que se trata de una elecci�n por una vida m�s sencilla, pues las circunstancias que prevalecen en las calles para estas personas tienen de todo, menos ser f�cil.