Terminaron las precampañas en un ambiente contradictorio.
Del lado de Alejandra del Moral todo fue alegría y festejo, mientras los de Morena tuvieron esos discursos furiosos que tanto les gustan.
Eso sí, la maestra Delfina más tranquila y, como es su costumbre, algo dispersa. Tanto que perdió a buena parte de los asistentes antes de terminar su intervención.
Se entiende, dado que ambas citas eran a las 10 de la mañana y Morena empezó ya cerca del medio día.
La gente empezó a llegar desde las 7 de la mañana, así que estaban ya cansados y no aguantaron. Fueron demasiados discursos.
Del lado tricolor fueron más rápidos, tuvieron pocos discursos, pero más contundentes.
En cuanto a asistencia, diríamos que sorprendió ver a los priísta con la misma asistencia o más que los de Morena en pleno corazón del morenismo mexiquense.
En todo caso, viene un tiempo de revisar estrategias y hacer trabajo interno. Un poco de descanso no les vendría mal, porque lo que vimos en las semanas anteriores es solo preámbulo de lo que está por venir.
Más crisis
Estamos tratando todos, cada uno desde su trinchera, de sacar al país adelante, luego de una serie de crisis que se han empalmado y que parece que se empeñan en echarnos atrás.
Y mientras los mexicanos en pobreza aumentan, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador le apuesta a la misma fórmula que tanto criticó, programas clientelares.
El problema es que otra vez se invierten decenas de millones de pesos en programas asistenciales en todo el país, con resultados magros, por decirlo de manera amable. Lo peor, ahora toda esa inversión está casi por completo centralizada un una sola imagen: el presidente.
En cambio, en políticas productivas, como las derivadas al campo, a las PyMES a la dotación de servicios que atraigan la inversión o a la disminución de trámites para la apertura de empresas parecen importar poco.
Al presidente López Obrador lo que menos le interesa es el crecimiento del país.
Por desgracia, decenas de programas que estaban destinados a la promoción de micro y pequeñas empresas, a la investigación, a la promoción de inversiones, al apoyo a emprendedoras y emprendedores, al turismo e incluso al campo, se fueron por la borda para apoyar los proyectos de lucimiento del nuevo sexenio.