En Ecatepec el sueño idílico se le ha vuelto una pesadilla a la gente que volvió a confiar en Morena.
Propios y extraños se preguntan por qué votaron por Fernando Vilchis, no solo una, sino dos veces para gobernar ese municipio y hoy enfrentan las lamentables consecuencias.
Resulta que los integrantes del Cabildo, incluso los de su propio partido, los morenistas, se negaron a aprobar el presupuesto de este año porque el alcalde Vilchis no aportó información suficiente y pretendía derivar la mayor parte de los recursos a programas que no son de utilidad para la población.
Ante la presión de los integrantes del Cabildo, del PRI, Morena y todos los partidos, este personaje ideó artimañas para pretender dar el albazo y autorizarse el uso de los recursos a modo.
Como tampoco consiguió su cometido con esas trampas, Martinez Vilchis movilizó a su propia gente, incluso policías vestidos de civil, para fingir manifestaciones y bloqueos viales de supuestos vecinos que demandaban a los síndicos y regidores aprobar el presupuesto.
Es lamentable la forma en la que ha derivado este alcalde, no de gratis está en el sótano de las encuestas. En la de Mitofsky, por ejemplo, en el sitio 145, con calificación de 30 por ciento.
No de gratis los de su partido tratan de desmarcarse de él, pero no es posible, es uno de ellos, lleva el sello de la casa y es ya la segunda vez que gobierna protegido por el guinda que abandera el presidente López Obrador desde Palacio Nacional.
Lo cierto es que ya en nuestra entidad los malos alcaldes de Morena dejaron una estela de destrucción y varios ejemplos. Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Metepec o Toluca, son casos evidentes, pero no los únicos.
En la capital mexiquense las condiciones en las que dejó Juan Rodolfo Sánchez Gómez el municipio fueron verdaderamente vergonzosas y lamentables.
Las calles hechas pedazos por la falta de mantenimiento de tres años que apenas el alcalde Raymundo Martínez Carbajal podrá arreglar, la ciudad reventada entre basura, falta de agua, o semáforos o policías.
Al final, el alcalde Vilchis y el ex alcalde Juan Rodolfo son de la misma calaña y con iguales carencias. La diferencia es que en Toluca los ciudadanos abrieron los ojos a tiempo.