Fiasco
En todo un fiasco para las autoridades terminó el asunto de Roxana, a quien una jueza había declarado culpable y luego, la Fiscalía se desistió, ante la presión mediática, social y política, con lo que la chica quedará fuera liberada del cargo.
Resulta que la historia empieza con una chica que fue a una fiesta, de regreso a casa era tarde y permitió que un desconocido la acompañara a casa.
Al llegar, el hombre le pidió quedarse a dormir porque era tarde y ya no tendría como volver a su casa. Ella se paralizó por el miedo y le permitió entrar. Él la viola, la amenaza con hacerle cosas más terribles aún, le dice que la matará, de forma que ella está en shock y cuando tiene oportunidad de defenderse, lo mata.
Después trata de deshacerse del cuerpo, que antes ha cortado en pedazos, pero la policía la detiene.
La disputa está en sí la defensa de la chica fue excesiva o no. ¿Qué es un exceso ante tales circunstancias? ¿Cómo determinar hasta qué punto es válido defenderse y cuando ya no? ¿Cómo medir las reacciones de una persona en semejante shock?
Por lo demás, la gran pregunta, en un estado con la problemática de violencia contra las mujeres que tiene el nuestro, ¿dónde quedó la perspectiva de género de todo el sistema de justicia?
Pendientes de pandemia
Los gobiernos municipales todavía tienen pendiente resolver uno de los temas más conflictivos que nos dejaron la pandemia y sus antecesores: el ambulantaje.
Se trata de decenas de miles de familias que dependen de estos empleos y era urgente apoyarles.
El problema es que mientras sobrevivíamos a la pandemia, el ambulantaje creció sin control por todo el estado.
En cualquier colonia puede uno toparse con puestos improvisados en sus propias casas o autos, que ofrecen cualquier cantidad de productos. Mercaditos y tianguis que nacen al amparo de la necesidad de un día para otro.
Será muy difícil erradicarlos, ahora que todo vuelve al orden.
Martha González Aguilera