Expectativas
La rapidez con la que se definió el resultado de la elección de gobernadora nos tomó por sorpresa a casi todos. Esperábamos una guerra encarnizada y arrebatos de un lado y otro. Nada
Al final, las cosas se dirimieron de la forma más civilizada y ya tenemos gobernadora electa, que debe estar trabajando arduamente para hacerle frente al problemón que se echó encima.
Son tantas las expectativas que será difícil cumplir con ellas y el nivel de exigencia será alto.
Mientras, hay que reconocer el valor de la contrincante, que verdaderamente se dejó la piel en esa campaña.
Había previamente muchas dudas y, desde luego, Alejandra del Moral no es monedita de oro, como casi ninguna figura pública.
Sin embargo, es de reconocer que no solo fue valiente, sino estoica y aguerrida.
No cualquiera se hubiera atrevido a enfrentar ese reto, con tanto en contra y tan poco a favor, prácticamente ella y sus más cercanos.
Los priístas tienen mucho que analizar, no solo por la derrota, sino por la ruta que trazaron hasta ella en los tiempos recientes.
Hay en ese partido mucha gente de gran valía, conocimiento y experiencia, pero también soberbia en exceso.
Sin embargo, hoy a Del Moral nadie, ni propios ni extraños, puede regatearle el reconocimiento de que dio su mayor esfuerzo y más.
Ahora, veremos qué hacen los tricolores con esta experiencia. Están aún en el tiempo de echar culpas y reclamar amargamente. Esperemos a ver cuando pasan a la siguiente etapa.
Mientras, será interesante ver cómo discurre la historia de la entrega-recepción.
No será fácil, no de un lado ni del otro, podría haber complicaciones interesantes. Esperemos que los que se van se esmeren en dejar todo en orden, para que no haya pretextos en el siguiente gobierno y empiece a trabajar de inmediato.
Hay mucho por hacer, así que esperemos que la etapa de lo administrativo no se prolongue demasiado.
Martha González Aguilera