Ocurrencias
Mal y de malas la utopía de la red aeroportuaria que planteó el gobierno federal en torno al Felipe Ángeles, que ha terminado por ser benéfica solo para Toluca. Al final de ambos sexenios, el estatal y federal, estaremos sin tren interurbano y con un aeropuerto internacional nuevo sub utilizado.
La historia que nos contaron fue que
la nueva base aérea en Zumpango, junto al AICM y el de Toluca serían parte de una red integral para la zona metropolitana de la Ciudad de México.
La intención era que entre las dos bases en nuestra entidad fuera suficiente para quitarle presión al de la Ciudad de México, ya que López Obrador decidió que no era adecuado el proyecto de Texcoco pero tampoco fue capaz de generar un plan que resolviera el problema de una sola vez.
Por lo pronto, los vuelos comerciales que operaban en el aeropuerto de Toluca empiezan a regresar con ahínco, pero el Felipe Ángeles no despega.
Parece que Zumpango se quedará con una utopía.
Mientras, del tren promete el presidente inaugurar su primera etapa en septiembre, la cual servirá tanto como un súper barco crucero en la laguna de Valle de Bravo.
¿A quién se le ocurre echar a andar el tren interurbano sólo entre los municipios del Valle de Toluca? No es lógico, ni práctico ni costeable. Pero así funciona el gobierno federal, con ocurrencias.
El problema del sexenio
Todas las mediciones de todo tipo, señalan que hoy los dos temas que más agobian a los ciudadanos son la falta de dinero y la inseguridad, transformada en violencia a todo lo largo y ancho del país.
Parece que la estrategia de abrazos y no balazos se ha vuelto en contra de México, no sólo del presidente López Obrador.
Hoy más que nunca, el crimen organizado se ha fortalecido al punto de confrontar a la presidencia de la República abiertamente, junto con el Ejército, la Marina y el resto de las fuerzas del Estado.
La cantidad de muertos, desaparecidos y la violencia, en suma, no hace más que crecer.
El presidente dirá que es culpa de los presidentes del pasado y los neoliberales o de la oposición que hoy lo descalifica.
El caso es que este es su momento de resolver, o al menos trazar una ruta segura para la recuperación.
Cada día le queda menos tiempo y hasta ahora, poco o nada ha hecho, al menos en esta materia.
Las regiones del país que están hundidas en el horror son cada día más, mientras Lopez Obrador se hace el inocente, y evade su responsabilidad.
Martha González Aguilera