Inseguridad municipal
A pesar de que es un secreto a voces que la delincuencia organizada acecha a las autoridades municipales, las presiona y se colude con algunas de ellas, ahora es más difícil encontrar el camino conjunto para hacer una estrategia común, pero al parecer la Secretaría de Seguridad y la propia Fiscalía han encontrado formas de colaboración, a pesar de la diversidad.
Ese nivel de gobierno es el que más padece de las amenazas, ataques y cohecho de este tipo de grupos de delincuencia, pues están más vulnerables.
Las corporaciones municipales no tienen el número de elementos, ni el armamento ni la capacitación necesaria para enfrentar estas amenazas por si solas. Si no lo consigue el gobierno federal con todas sus capacidades, cómo podrán los municipales.
Desde luego que es necesario que se determine con investigación las responsabilidades de los involucrados y saber si hay más que los despedidos, en posiciones más altas.
Lo que esta situación demuestra es la urgencia de sanear las corporaciones policiales municipales, de fortalecerlas con capacitación, herramientas y mucha más potencia, que les permita estar en posición de defenderse.
Hoy en día, estas agrupaciones están conformadas en su mayoría por gente sin experiencia, sin conocimientos ni entrenamiento, que se unen a esta labor porque no encuentran otras opciones laborales.
Esa es una constante en municipios pequeños, mientras que en otros casos, en los grandes, se convierten en nidos de corrupción y delincuentes de carrera, que permanecen por años disfrazados de policías, cuando son una amenaza contra la sociedad.
Es evidente que el trabajo en equipo da buenos resultados y que todos los niveles de gobierno deben involucrarse, pero hay que replantear la forma en que vemos a las corporaciones municipales o seguirán siendo un riesgo.
Hoy, con la diversidad política que vivimos y disfrutamos en nuestra entidad, no es momento de cerrarse a colaborar con todo y con todos, si se quieren superar problemas como este, en el que lo menos importante es el partido en el poder.
Martha González Aguilera