Talento mexiquense
En las oficinas de gobierno del estado crece la inquietud ante la inevitable realidad de que pronto llegará el cambio y nadie tiene el trabajo seguro.
En algunos casos ya tuvieron contacto con el equipo de transición, pero la mayoría no sabe cómo transcurrirá esta historia, en la que la previsión es de muy mal augurio.
Se espera que los altos mandos, es decir, secretarios, subsecretarios, directores y, en algunos casos, también subdirectores, habrán de ser despedidos.
Hablamos de cientos de empleos que se perderán y en los que será necesario contratar personal capacitado.
Esa es la clave, encontrar al mejor equipo posible, no sólo para los titulares de las secretarías, sino para los mandos medios, que son los que suelen operar.
Ojalá que los talentos que tenemos en nuestro estado encuentren un lugar ahí, que no terminemos con gente improvisada o de otros estados al frente de responsabilidades tan importantes.
Acumulación de basura
Uno de los temas que vale la pena que el nuevo gobierno evalúe es el de la disposición final de la basura. Es un problema que hemos postergado desde hace mucho tiempo y ya urge encontrar una vía de solución.
Hace ya 20 años que empezamos en esta región a discutir acerca de qué hacer con nuestros desechos, luego del cierre del socavón de Metepec, que ya no tenía espacio y nunca tuvo condiciones adecuadas para el tratamiento de la basura.
Así las cosas, desde entonces esta región dejó de tener un sitio para disposición final de los desechos y nunca pudieron ponerse de acuerdo autoridades municipales y estatales para construir un proyecto común.
Algunos alcaldes lo intentaron, pero luego los intereses políticos de los adversarios (a veces de un partido, a veces de otro) frenaban todo intento, hasta que nadie más trató.
Luego, ante la necesidad no cubierta por medios oficiales, surgieron como hongos rellenos sanitarios irregulares y tiraderos clandestinos que sustituyeron a los regulares que tenían costos altísimos.
Entonces sí que empezó el verdadero problema que todos hemos soslayado, básicamente por comodidad y porque los asuntos políticos no dejan de ser un tema fundamental, cada trienio, cada sexenio y cada vez más.
Estaría interesante que cada municipio se viera obligado a tener su propio sirio. Al principio sería un problema, pero después valdría la pena.
Es una medida cara, insuficiente, a corto plazo, pero la otra alternativa es trabajar en serio en la separación de residuos, programas destinados a la disminución de la generación de basura y el reciclaje, pero eso no es popular, asi que no tiene futuro.
Para que este tema encuentre una solución lo que hace falta es voluntad política y eso, en estos tiempos, escasea y se encarece.
Martha González Aguilera